lunes, 12 de abril de 2021

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS. Sesión 4

 En el suelo de aquella lúgubre habitación yacía el cuerpo sin vida del joven Lothar Wheshem, por sus ropas un joven mercenario, apenas tendría veinte años, presentaba dos cuchilladas mortales, una en el estomago y la otra en el corazón, el olor allí dentro era insoportable, pero tanto a Wolfgang como a Gunter aquello no parecía molestarles, en sus vidas habían presenciado cosas peores que aquello...


La noche ya había caído sobre Bergsburg cuando Ogmund y Leopold se acercaron hasta donde vivía Wolfgang, entre las sombras se acercaron hasta la puerta que daba acceso al patio interior de viviendas, con un ligero movimiento comprobaron que estaba abierta y se deslizaron en su interior, dentro pudieron ver como a ambos lados había una puerta, se encaminaron hacía la que daba a la ventana que Íñigo identifico como la de Wolfgang la noche anterior, esta también estaba sin cerrar, un gato negro los observaba atentamente desde la cornisa mientras se relamía sus patas delanteras, aquello le causo a Ogmund cierta intranquilidad, pero con un movimiento de cabeza desecho las ideas que corrían por su cabeza y con rapidez entraron al recibidor, un largo pasillo recorría todo ese ala de viviendas, cerca de ellos había un grupo de tres puertas, otras tres a mitad de pasillo y por ultimo otras tres al final, según habían estado viendo la ventana que les había indicado Íñigo la puerta de Wolfgang era una de las tres centrales, con cautela se acercaron a ellas, la madera del suelo crujía bajo sus pasos, de esas tres puertas la de la izquierda estaba habitada, de ella provenían ruidos y se podía ver algo de luz por debajo de la puerta, debería de pertenecer a la planta baja, tras hacerse una composición de lugar, tanto Ogmund como Leopold dedujeron que la de Wolfgang era la del medio, Ogmund saco sus antiguas ganzuas y empezó a hurgar en la cerradura, en ese momento Leopold empezó a escuchar como unos pasos provenientes de la puerta donde se escuchaban ruidos se iban acercando, por suerte Ogmund abrió la puerta y pudieron pasar con rapidez a su interior, justo cuando cerraron la otra puerta se abrió, alguien salió al pasillo, quizás había escuchado el crujido de la madera bajo sus pies, pero tras no ver a nadie volvió a entrar en su vivienda cerrando la puerta, mientras Leopold y Ogmund se habían quedado quietos hasta que pasara el peligro, Ogmund también se había dado cuenta que Wolfgang tenía un pequeño papel apoyado en un lateral de la puerta para saber si había sido abierta en su ausencia, se lo enseño a Leopold para a su salida dejarlo igual, tras quitarse las botas empezaron a subir por las escaleras, estas desembocaban en un sola habitación, una habitación bastante austera y pequeña, en ella había un cama, junto a ella un cofre y un orinal, en el otro lado de la habitación una pequeña mesa con una jofaina con agua y dos sillas, despacio Ogmund se encamino hacía la zona de la cama mientras Leopold se encargaba de la mesa...

Fuera Erwin y Ramkir permanecían expectantes ante cualquier imprevisto, Erwin estaba entre las sombras que le ofrecía la esquina de la calle desde donde tenía a la vista la ventana de Wolfgang, al rato de estar allí apostado un hombre entro por la calle dirigiéndose hasta donde él estaba, justo al girar la esquina se sobresalto al verlo allí, instintivamente se llevo la mano al cinturón, pero siguió su camino, no sin girar su cara hacia atrás varias veces, por si acaso Erwin cambio de lugar...

Mientras,  Íñigo permanecía en la taberna de La Cabeza del Lobo, lo que le hubiese contado Gunter a Wolfgang le había alterado, Íñigo empezó a intuir que podrían abandonar la taberna y empezó a moverse para abandonarla antes, pero en ese momento un fuerte brazo le rodeo el cuello por detrás, era Olf, la noche anterior había bebido con él varias pintas de cerveza,  por lo visto queria repetir lo mismo aquella noche, más teniendo en cuenta que la cerveza había corrido a costa de la bolsa de Íñigo, este intento desembarazarse de Olf pero aquel no estaba dispuesto a soltar su presa, Wolfgang y Gunter ya se empezaban a encaminar a la salida, Íñigo argumentando que debía vaciar su vejiga empezó a ir hacía la salida, como no Olf también haría lo mismo, a fin de cuentas según Olf antes de llenar hay que vaciar, pero con un fuerte empujón tiro hacia detrás a Íñigo, delante de ellos pasaron Wolfgang y Gunter, según Olf Íñigo le debería varias rondas por aquello, a aquel hombre era mejor no acercarse, tras ese pequeño incidente salieron fuera, Olf empezó a vaciar su vejiga cuando de repente Íñigo salió a la carrera en dirección contraria por donde se habían ido Wolfgang y Gunter, Olf se quedo perplejo mientras se meaba sus propias botas y maldecía a un Íñigo que corría como viento que lleva el diablo..., con rapidez llego hasta donde se encontraba Erwin haciéndole gestos para advertirle que Wolfgang y otro hombre venían, después entro con cuidado dentro del patio interior escondiéndose entre las sombras, Erwin como habían acordado previamente silbo dos veces mientras se retiraba de su lugar de vigilancia...

Ramkir ocupaba su lugar al final del grupo de casas donde vivía Wolfgang, desde allí pudo distinguir a lo lejos la mole que representaba el cuerpo de Wolfgang, iba acompañado por otro hombre y se encaminaban hacía donde estaba escondido, entonces fue cuando escucho los dos silbidos de Erwin advirtiendo a Ogmund y Leopold que abandonaran la casa, Ramkir utilizo su magia para crear ruidos de armas desenvainándose en una bocacalle por donde pasaban Wolfgang y su acompañante, que resulto ser Gunter, ambos se pusieron en guardia y sin dejar de mirar en aquella dirección fueron siguiendo su camino, aquella distracción fue suficiente para darle tiempo a Ogmund y a Leopold para salir de la casa de Wolfgang antes de que el llegara, aunque como después pudo comprobar Ramkir esa no era su intención, los dos hombres pasaron de largo y siguieron camino hacía el rio.

Pero mientras todo esto no había ocurrido teníamos a Ogmund y a Leopold revisando la habitación de Wolfgang, Leopold pudo encontrar unos papeles encima de la mesa, en ellos había anotados nombres y al lado de cada nombre un lugar donde prestar sus servicios, había grupos de mercenarios, tiendas del distrito o comerciantes, también tenían unas cruces, cuanto mas atrás de la lista mas cruces tenían anotadas, como bien dedujeron después podía tratarse de pagos realizados a Wolfgang, Leopold se anoto varios de los nombres y volvió a dejar los papeles en el mismo lugar que los había encontrado, mientras, Ogmund rebusco entre la cama sin encontrar nada, pero cuando se iba a encaminar al cofre su mano toco unas tablillas del suelo que se movían, dentro había un fajo de papeles atados con un cordel, estaba a punto de mirarlos cuando escucharon dos silbidos, aquella era la señal de peligro, debían abandonar el lugar de inmediato, puso las tablillas en su lugar y guardándose los papeles abandonaron el lugar con rapidez, abandonaron la casa de Wolfgang dejando otra vez el pequeño papel en la puerta y descalzos salieron al patio interior, lo cruzaron y entraron en el pasillo del otro ala de viviendas, allí se calzaron y salieron a la calle, Íñigo salió tras ellos sin que nadie lo hubiese visto, incluidos sus compañeros, con rapidez todos fueron volviendo a la habitación de su posada.

Más tarde volvieron a la casa de Wolfgang y esperaron hasta que este regresara, pudieron ver como Wolfgang junto a Gunter y otro hombre volvían del otro lado del rio, el hombre que les acompañaba unos pasos por delante iba vestido con ropas de mercenario, era el mismo hombre que se había cruzado con Erwin mientras estaba vigilando la casa hacia unas horas, en el cruce de la casa de Wolfgang se despidieron, Ogmund permanecía escondido entre las sombras de un portal y pudo escuchar como Wolfgang le decía a Gunter que Torsten le había dicho que de momento no había visto entrar en la ciudad a ningún Caballero Pantera, mañana hablaría con Markus para que pusiera a buscar a sus hombres para localizar quien había matado a su chico, había que dar un buen escarmiento, tras ello Gunter abandono a Wolfgang, Ogmund siguió desde lejos al hombre que iba con Gunter hasta una zona de viviendas en el distrito donde ellos se encontraban, aquellas viviendas claramente estaban habitadas por mercenarios en busca de fortuna.

En la habitación pudieron ver que la mayoría de papeles eran anotaciones de pagos regulares de gente que Wolfgang había ayudado a conseguir un trabajo, por los nombres todos eran gente de la zona, pero al fondo había una carta lacrada con un lobo rampante sosteniendo un hacha en cada pata delantera, con una H a la izquierda y una T a la derecha, de alguien que se hacía llamar El Heredero, Erwin no había visto aquel blasón en su vida, en ella informaba a Wolfgang de que alrededor del día 20 de este mes tendría un par de visitas, un hombre de un tal Herr Wanner vendría para unirse a ellos en el próximo ataque a los sigmaritas, y también un ulricano que se encargaría de hacer ver a Middenheim lo equivocados que estaban de no apoyar la causa ulricana y  de defender a los demonios sigmaritas, este ulricano luego se uniría a sus aliados fuera de la ciudad ya que le tenia que proporcionar una ruta de escape para unirse a ellos.

Con aquella carta quedaba claro que las sospechas que tenían de que Wolfgang fuera un extremista de los Hijos de Ulric se confirmaban, pero aún quedaban muchos interrogantes en el aire, quien estaba realmente detrás de todo esto, quien era el que se hacia llamar El Heredero, quien era Herr Wanner y para que se queria juntar con los hombres de Wolfgang, a que ataque se refería, y el otro hombre que tenía que venir, que señal era esa que haría a Middenheim darse cuenta del mal que representaban los sigmaritas..., disponían de muchas preguntas y muy pocas respuestas...


El Capitán en la reunión que tuvieron al llegar a la ciudad les dijo que en caso de extrema necesidad podían acudir a la casa de Middenheim en la ciudad, deberían de tener el máximo cuidado de no poner la  identidad del Barón en peligro,  esta se encontraba enfrente de uno de los laterales del templo de Ulric, en el distrito de Rolandsbrucke, en ella el Barón Eduard von Münsterberg podría ayudarles, con mostrar sus medallones de Caballeros Pantera sobraría para confirmar su identidad, con esa idea descansaron esa noche, al día siguiente Ogmund y Leopold intentarían tener una entrevista con el Barón, mientras el resto permanecería cerca de la zona por lo que pudiera ocurrir...



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