jueves, 28 de octubre de 2021

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS. Sesión 28

 Aun era mitad de noche, algo había despertado a Ramkir, una sensación extraña, un mal presentimiento, sus ojos veían la ventana por donde entraba algo de luz, allí no había nadie, pero al mover sus ojos al otro lado pudo contemplar lo que allí había, un cuerpo ennegrecido, al que le faltaban trozos de su carne, su rostro desfigurado miraba fijamente a Ramkir a través de unos ojos conocidos, Ernst Heidelmann empezó a hablar mientras en su mano crecía una llama con la que iba prendiendo la cama y ropas de Ramkir, al cual su cuerpo no le obedecía, por suerte si que podía hablar y gritar, y esto ultimo fue lo que hizo mientras que Ernst se reía de su fragilidad ante el fuego y ante el Gran Mutador, los gritos no surtieron efecto y ninguno de sus compañeros acudió en su ayuda, poco a poco las llamas le fueron devorando...


Por fin pudieron pasar una noche en una cama confortable, más aun tras relajarse con un buen baño, la noche paso sin ningún contratiempo, salvo para Ramkir que al día siguiente se levanto cansado tras haber pasado una mala noche, extraños sueños no le habían dejado dormir mucho, apenas hubieron desayunado fueron requeridos en la sala de audiencias del castillo, allí fueron recibidos por el Emperador junto al general de los ejércitos de la Reiksguard Kurt Helborg, tras el Emperador estaba el recientemente nombrado Campeón del Emperador, Ludwig Schwarzhelms, tras las oportunas presentaciones y la requeridas formalidades Kurt les puso al corriente de que había llegado una carta de Altdorf informando del secuestro del Emperador, y de que sus captores debían ser ahorcados en cuanto fueran capturados, aunque eso no iba a suceder, serían más útiles formando parte de la guardia de honor del propio Emperador, al día siguiente junto a una parte del ejército partirían hacia Altdorf acompañando a Karl Franz para recuperar su trono, durante el resto de la mañana les pusieron al corriente y contestaron a las preguntas que les fueron haciendo de lo sucedido durante estas ultimas semanas, por la tarde pudieron vagar libremente por el castillo y sus alrededores, como bien habían aconsejado que hicieran, fuera se podía ver a varios grupos de soldados con el torso al descubierto mientras sus superiores buscaban algún tatuaje con la forma de una mano de color purpura.



Al día siguiente, a primera hora una fuerza de unos 60 caballeros comandados por Kurt Helborg escoltaron a Karl Franz en dirección a Altdorf, cerca del Emperador cabalgaban nuestros héroes, en unas cinco horas recorrieron el trayecto que les separaba de la capital de Imperio, las trompetas sonaron para anunciar su llegada, las calles de Altdorf se llenaron de gente sorprendida de ver a Karl Franz, pero la sorpresa dio a paso a una alegría que se fue extendiendo como la pólvora, entre esa gente Ramkir pudo ver a un antiguo compañero de sus años de estudio, Sigfrido, alguien con un gran afán de poder y completamente diferente  a él, el trayecto de la comitiva acabo en las puertas del Palacio Real, allí fueron recibidos por el Príncipe heredero junto a sus consejeros, y aunque las palabras que se escucharon fueron las correctas, el ambiente y las caras mostraban con claridad la tensión del momento,  junto al consejero del Príncipe había una mujer que bien podría tratarse de su secretaria, era una mujer joven, de una gran belleza, la cual fue abordada por los galanes modales de Íñigo, pero rápidamente fue requería de muy malas maneras por Martín Fechner, tras ese primer encuentro Karl Franz volvió a recuperar su funciones como Emperador del Imperio y ocupo de nuevo su trono, durante el resto del día pudieron hablar con el Conde Siegfried von Walfen, el cual había sido liberado de las mazmorras, se mostro contento de volver a verlos a todos, y tras ponerlo al día de todo lo ocurrido les comunico que tenían habitaciones preparadas en El Imperial, allí se encaminaron pasada ya la tarde.

Al día siguiente visitaron a la Gran Indagatrix,  poniéndose al día sobre lo acontecido desde que se vieron la ultima vez, ella había intentado averiguar más sobre el hermano Karl, pero hasta el momento sin éxito, tras abandonar el templo de Morr, Erwin y Leopold se dirigieron de nuevo a la posada, mientras que Íñigo se perdía por la ciudad en busca de ingredientes que no pudo encontrar salvo si recurría al mercado negro, Ogmund se acerco al templo de Sigmar intentando sondear que posición tenía el actual Teogonista en funciones ante la llegada al trono de Karl Franz, aunque básicamente lo que escucho fue lo que ya le había contado el padre Beoca, era un hombre menos tolerante que Yorri XV y más dispuesto a recurrir a las armas para hacer ver sus ideas, por otro lado Ramkir se dirigió a las Escuelas de la Magia, desde que las abandono para viajar al Oeste hacia Bretonia no las había vuelto a pisar...



martes, 19 de octubre de 2021

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS. Sesión 27

Había llegado el momento, hacía días que lo había presentido, desde que percibió ese gran poder algo en su interior le decía lo que había pasado, se había negado a creerlo pero ahora tenia la certeza de lo ocurrido, era el momento de dar un paso la frente, estaba preparado para ello, sentía que su poder era inmenso, aquellos que habían perpetrado ese acto comprobarían hasta donde llegaba su poder y crueldad, y sabía quienes eran...


Ante ellos tenían el corredor principal del alcantarillado, el olor que de él emanaba era insoportable, por lo menos para cualquier mortal así hubiera sido, pero para ellos el deber les hacía que aquel olor fuera más llevadero, como bien les había indicado Simon avanzaron hacía la izquierda, en busca del quinto pilar, allí debería encontrarse la puerta secreta, para llegar primero debían saltar al otro lado del cauce del alcantarillado si no querían sumergirse en el agua sucia que lo atravesaba, salvo Ramkir y Leopold que tuvieron que ser ayudados para no caer al agua el resto consiguió saltar sin ningún problema, una vez en el otro lado les resulto sencillo encontrar la piedra que abría la puerta secreta, esta desembocaba en un pasadizo que comunicaba al acuífero de Palacio, claramente la construcción era de manufactura enana y estaba flanqueada por una estrecha pasarela y su respectiva barandilla, a la izquierda se podían ver unas escaleras de piedra que ascendían, en la parte contraria por donde habían llegado deberían encontrar otra de las puertas secretas, hacía allí se dirigieron con rapidez, abriéndola y penetrando en un pequeño pasadizo donde estaban las ropas para que se pudieran cambiar, además de perfume para intentar desprenderse o enmascarar el olor de las alcantarillas, ante la duda de a  donde podrían dar los escalones de piedra, Íñigo y Leopold se acercaron con cautela para dejar en uno de sus escalones unos de los faroles, en caso de huir por allí el derramar aceite sobre ellos les podría dar ventaja si estaban siendo perseguidos, una vez cambiados de ropa y abierta la puerta secreta del pasadizo empezaron a ascender por unos escalones que les deberían de llevar hasta la habitación del Emperador, y así fue cuando al llegar al final de los escalones abrieron la ultima puerta, esta movió la estatua del antiguo Emperador Wilhem II,  ante ellos tenían una antesala con un gran sofá enfrente de una chimenea que aun estaba encendida, de las paredes colgaban tapices que mostraban los acontecimientos más importantes de Magnus el Piadoso y de Wilhem II, a su derecha unas grandes puertas que debían de dar a algún pasillo, mientras que a la izquierda una gran puerta entreabierta dejaba ver una cama con dosel, con cuidado fueron entrando en la habitación, pero cuando Leopold que era quien cerraba el grupo estaba a punto de entrar escucharon una pequeña conversación detrás de las dobles puertas, para acto seguido ver como el pomo empezaba a girar para abrir una de ellas, rápidamente cada uno se escondió donde pudo, la puerta se abrió y una anciana con los ropajes de Shallya entro en la habitación, cerrándose la puerta de nuevo, en sus manos llevaba una bandeja con una sopa caliente, pan, queso y una manzana troceada, con rapidez Erwin la inmovilizo mientras Ramkir cogía la bandeja para que nada cayera al suelo, la anciana no opuso resistencia y al poco la tenían tendida en el suelo atada, amordazada y con los ojos vendados.


En la otra habitación estaba el Emperador dormido, desde que lo habían visto en el funeral del Gran Teogonista Yorry XV había mejorado su aspecto, aun se le veía débil, pero ya no aparentaba la edad de un anciano, a través de un gran ventanal que daba al patio interior de Palacio pudieron ver que ya estaba amaneciendo,  no tenían tiempo que perder, ante el miedo de que el Emperador no pudiera entender la situación y se pusiera a gritar decidieron inmovilizarlo y amordazarlo, ya habría tiempo después de explicarle todo muy bien, ya que el trato que le iban a dar no iba a ser el más apropiado, y de esa forma volvieron a descender por los estrechos escalones que daban al pasadizo, allí tras cumplir con la etiqueta le terminaron de explicar la situación, este una vez libre de ataduras les pregunto sus nombres dándoles las gracias por haberle sacado de su jaula, y aunque débil intentaría no ser una gran carga, Ogmund intento mitigar en lo posible la debilidad del Emperador mediante diferentes bendiciones, ahora debían de salir de la ciudad, si volvían sobre sus pasos debían atravesar el acuífero, si no, podían intentarlo por el otro lado del pasadizo que debía de dar al alcantarillado que desembocaba en el pequeño Reik, empezaban a escuchar ruido de pisadas pero sin poder ubicarlas con exactitud, por lo que decidieron probar suerte por el alcantarillado que daba al pequeño Reik, avanzaron con cautela, incluso tuvieron que esconderse en una de las ramificaciones, sumergidos en las fétidas aguas hasta las rodillas,  hasta que una patrulla de guardias de alcantarillas pasaba de largo buscando el origen de la luz que habían visto, tras andar durante un buen rato el corredor se ensancho dando paso a una gran estancia, la canalización de agua seguía más adelante pero unos gruesos barrotes les impedían continuar su camino, en uno de los laterales unos escalones daban paso a una puerta que debía de dar a alguna sala donde descansaban o pasaban el tiempo los guardias de alcantarillas, en  el techo una pequeña rejilla traía el ruido de sus voces, los barrotes eran lo suficientemente gruesos para que no pudieran ser doblados, pero Ramkir utilizo sus artes mágicas para calentarlos y así poder doblar un par de ellos, mientras esto ocurría de la parte superior pudieron oír como un guardia entre insultos  mandaba a los guardias de alcantarilla a patrullar por el alcantarillado, en busca de cualquier cosa que vieran sospechosa, eran ordenes de Palacio, se empezaron a escuchar pasos que se iban acercando a la puerta, Íñigo se había encargado de esparcir en los escalones aceite, a la vez que Ramkir consiguió doblar el ultimo barrote para poder salir  la puerta se abrió, los dos hombres que iban en cabeza resbalaron rodando escaleras abajo, lo que ocurrió después fue rápido,  Ogmund cogió al Emperador pasando entre el hueco de los barrotes doblados, Leopold los siguió un poco más rezagado por si la cosa se complicaba detrás, mientras Íñigo en un rápido movimiento cogía el farol que había soltado el guardia al caer y lo lanzo contra los peldaños de la escalera, esto provoco que el aceite que había sobre ellas prendiera, para acto seguido ensartar con su Vizcaína al guardia que aun estaba en el suelo, ayudado por Erwin acabaron con otros dos guardias mientras daban tiempo a que Ramkir utilizando de nuevo su magia volviera a doblar unos de los barrotes para dejarlo en su sitio y así que nadie les pudiera seguir, tras avanzar durante unos cientos de metros por fin salieron al exterior, ante ellos tenían un pantano y a sus espaldas a unos trescientos o cuatrocientos metros los muros de la ciudad de Altdorf.

Sin tiempo para descansar y con el Emperador exhausto siguieron avanzando hasta alcanzar la carretera de Bögenhafen, en ella estaba esperándolos Erich Alder junto a seis caballos, sin mediar palabra les ayudo a montar y salieron al galope hacía el pueblo de Hartsklein en el canal de Weissbrück, allí tenían habitaciones reservadas donde tenían todas sus pertenencias, y donde descasaron hasta mitad de tarde, ya que decidieron esperar a Ramkir que se había quedado bastante rezagado, aunque esto le sirvió para ver como dos jinetes de la guardia de Altdorf atravesaron Hartsklein y siguieron hacía adelante, ellos podían hacer noche en la posada o seguir camino a Walfen, con el riesgo que les caería la noche antes de llegar, decidieron esto ultimo, avanzaron por el camino que llevaba a Walfen hasta que ya caída la noche una patrulla del ejercito de la Reikland les intercepto, fueron escoltados hasta el campamento donde intentaron hablar con Kurt Helborg, pero sus peticiones no fueron atendidas y un lugarteniente fue quien se intereso por ellos y por sus motivos, aquello podría haber sido un problema pero fue el propio Emperador quien se mostro ante todos antes de que eso ocurriera, aquello cogió por sorpresa a los soldados que estaban cerca y poco a poco la voz se fue corriendo por todo el campamento...

Tanto el Emperador como sus rescatadores fueron escoltados hasta el castillo de Walfen, allí el Emperador se separo de ellos, fueron llevados a habitaciones individuales donde tenían preparado un baño caliente, cómodas camas y ropa limpia, después de un día tan estresante bien se merecían un descanso...

lunes, 11 de octubre de 2021

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS. Sesión 26



Hacía más de dos años que en un recodo del camino había comenzado todo, en ese entonces no eran más que un cazarratas y un ayudante de cámara acompañados por un pequeño Halfing en busca de un futuro mejor, de algunas monedas que les hicieran la vida más fácil, en esa época como hicieron en Bögenhafen  habrían salido corriendo del peligro nada más olerlo, temerosos y asustados ante lo que pudiera ocurrir, pero ya no eran los mismos, habían cambiado, ya no eran simples gentes del Imperio, eran Erwin Schulz, Caballero Pantera, Héroe y Campeón del Imperio por méritos propios, y Ogmund Silverhand ungido y tocado por la mano de Sigmar, no caminaban solos, a su lado otros tres valientes compartían el mismo destino, Ramkir Siegfried no solo un hechicero de batalla de la Orden Brillante, si no también un miembro de la ancestral Orden de los Buscadores de la Luz, Leopold Kossmann un defensor acérrimo de Ulric y de su Graf Boris, defensor de un Imperio unido por sus gentes, y por último Íñigo Krauszer de Antúñez, un extranjero venido de tierras lejanas pero con cualidades dignas de mención, sin quizás ninguna lealtad hacia el Emperador pero si hacía sus compañeros de armas, la decisión era fácil de adivinar, intentarían ayudar al Emperador o darían sus vidas por intentarlo.

                                            


Hicieron noche en el templo de Morr, al día siguiente Ogmund ayudo a la Gran Indagatrix a descifrar el código del diario que el Canciller tenía escondido en sus dependencias, en el básicamente confirmaba las palabras de Dieter y lo incriminaba sin ninguna clase de duda, por la tarde tenían preparadas habitaciones en la parte pudiente de la ciudad, en un local de respetable clientela, en El Imperial, allí pudieron darse un buen baño caliente y descansar sobre cómodos colchones,  Ogmund volvió a tener el mismo sueño que noches anteriores, pero esta vez el Grifo portaba entre sus garras algo brillante, por su silueta bien podría tratarse de un martillo, al despertar en su palma derecha tenía claramente marcado un cometa de dos colas.
Ese día decidieron aprovecharlo para hacer una visita a la parte donde tenía sus dominios el señor del crimen Francesco Sarducci, a través del barman de una taberna consiguieron concretar una entrevista con alguien relacionado con ese hombre, este desconocía si ese tal Karl estaba en la ciudad o no, ni si estaba en tratos con algún otro grupo de delincuentes, básicamente tenia conocimiento de lo que ellos ya sabían del tema de los barriles de pólvora, además de que Vesper pagaría unas buenas monedas por atraparlos, por lo visto uno de sus chicos había desaparecido y todo apuntaba hacía nuestros héroes, había gente que afirmaba haber visto como se lo llevaron a la fuerza, en cuanto al tema de Karl, por una módica bolsa llena de 50 coronas de oro acepto intentar conseguir información de si ese tal Karl había tenido tratos o estaba entre los hombres de Vesper o Dieter, en un plazo de cuatro días intentaría averiguar algo más, si tenía información se lo haría llegar al barman para concretar una entrevista.
Después de aquello decidieron visitar las dependencias de Fassbinder, en ellas aun quedaban restos de sangre seca, el cuarto estaba completamente patas arriba, se habían encargado registrarlo de arriba a abajo, en el suelo de  la entrada aun se podía adivinar más o menos el contorno del cuerpo, aunque para Leopold la muerte estaba claro que se había producido por un disparo en la cabeza, a la altura de la cabeza, en la pared, se podían ver las salpicaduras y restos pequeños de metal, el resto ya lo sabían por Inga, le había destrozado la cabeza, seguramente a golpes, y desmembrado su cuerpo, en el cuarto poco más había que pudiera darles alguna pista, prácticamente era la hora de comer, por lo que volvieron a El Imperial, allí pudieron dar buena cuenta de un Estofado mientras recogían una nota con el sello de la Gran Indagatrix, les instaba a que se reunieran con ella en la Capilla de Morr a ultima hora de la tarde, en esa entrevista les puso al corriente de lo que ya habían oído por las calles durante la mañana, Altdorf ya no se mantenía neutral y apoyaba a Ostland en la guerra, además era cuestión de días que el Emperador sería apartado de sus funciones para que su sobrino pudiera proclamarse nuevo Emperador del Imperio,  aquello solo traería desgracias y muerte, la vida del Emperador y del propio Imperio pendía de un hilo, se estaba tejiendo un plan a la desesperada para intentar que eso no ocurriera, incluso a ella misma le quedaban horas para que los hombres del Príncipe la fueran a buscar y acabara en las mazmorras al igual que el primo del Emperador, también le habían llegado noticias de que el Canciller y el carcelero habían sido encontrados muertos, sin signo de lucha, con el cuello roto, se estaban haciendo indagaciones al respecto pero desconocía los resultados, para nuestros héroes había llegado el momento de decidir que hacer, huir de la ciudad y dejar a su suerte al Emperador y al Imperio, o volver a enfrentarse al peligro que supondría tener que salvar a Karl Franz, la decisión no era fácil de tomar, debían meditarla tranquilamente mientras descansaban en El Imperial, aunque desde un principio su idea era seguir adelante, no habían llegado hasta aquí para ahora abandonar todo, Inga seguramente ya no los volvería a ver así que se despedido de ellos agradeciéndoles todo lo realizado hasta el momento, y rezando a Morr y a Sigmar para que siempre tuvieran sus ojos puestos sobre ellos.





Al día siguiente esperaron pacientemente en El Imperial, a primera hora de la mañana la alegría inundo la ciudad, los pregoneros gritaban la noticia de que el ejercito de Altdorf comandado por Kurt Helborg había vencido al ejercito de Middenlan que avanzaba hacía la ciudad, eso junto con los refuerzos que venían de Nuln hacían ver el futuro de la ciudad con ojos más optimistas, a mitad de la tarde el hermano Philip les trajo una nota, en ella se les instaba a que acudieran a una dirección al sur de las murallas dos horas antes de amanecer, guiados por Íñigo acudieron a la cita esquivando a las patrullas de guardias que se encargaban de que se respetara el toque de queda, cuando llegaron al lugar de la cita una puerta se abrió para darles paso franco a una estancia donde Simon, su antiguo ayudante de cámara les aguardaba, este les explico el plan, deberían llegar hasta la habitación del Emperador a través del alcantarillado que había debajo del Palacio Imperial, a través de varias puertas secretas que tenían marcadas en el mapa que les entrego, les dijo como se podían abrir cada una de ellas, antes de la ultima puerta debería haber ropas dispuestas más acorde con las de Palacio para que se pudieran cambiar y perfume para tapar el olor de las alcantarillas, una vez tuvieran al Emperador tenían varias formas de salir, o bien a través de palacio, la cual parecía muy peligrosa y abocada al fracaso, por las alcantarillas y salir a algún lugar de Altdorf, o a través de sus dos canales principales de alcantarillado, uno salía al Reik, y el otro se usaba para cuando el Reik venia crecido y desembocaba en el pequeño Reik, una vez fuera en la carretera de Bögenhafen estarían dispuestos caballos para que pudieran cabalgar hasta el paso del canal de Weissbrück, allí en la posada de las Siete Estrellas tendrían todo su equipo, desde allí deberían llegar hasta Walfen, donde estaba acuartelado el ejercito del victorioso Kurt Helborg, este era leal a Karl Franz y protegería al Emperador, a sus pies tenían dispuesto las ropas de los guardias de alcantarillas junto a cinco faroles, tras vestirse adecuadamente encaminaron sus pasos hasta la zona del Palacio Imperial, saltando la verja llegando sin ningún contratiempo hasta la estatua del Emperador Wilhelm II que estaba detrás de la Cancillería, en ella se encontraba la puerta secreta que daba acceso al corredor que desembocaba en el  alcantarillado, con rapidez penetraron en aquel tosco corredor que descendía hasta otra puerta secreta que daba a uno de los corredores principales del alcantarillado de Altdorf, había una estrecha pasarela a cada uno de sus lados, mientras que el agua sucia corría por el medio, alguna rata se dejaba ver por la estrecha pasarela, saliendo corriendo en cuanto la luz de los faroles llegaba hasta ellas, a ambos lados distintos corredores cilíndricos traían las sucias aguas de la ciudad hasta el canal principal, un sepulcral silencio reinaba en el lugar, con cuidado empezaron a moverse pegados a la pared en busca del quinto pilar que estaba marcado en el mapa, allí debería encontrarse otra de las puertas ocultas, una vez llegaran ya pensarían como cruzar al otro lado...





viernes, 8 de octubre de 2021

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS. Sesión 25

En apenas unos segundos el fuego había empezado a devorar la casa, los muchachos habían corrido los últimos metros de la calle lanzando las botellas encendidas a través de las ventanas, las llamas se alzaban como si bailaran en una sincronización perfecta, desde pequeño aquella imagen le había fascinado, no había nada semejante a aquello, sus ojos permanecían fijos mirando aquel espectáculo, sin apenas pestañear, inmóvil en medio de la calle, hasta que una mano lo zarandeo gritándole que la guardia estaba a punto de llegar, aquello le hizo espabilar y a regañadientes abandono el lugar sin dejar de mirar hacia detrás, hacia el fuego que ya devoraba por completo la casa...



Ya habían sacado la mayoría de la información al hermano Dieter, pero aún mantuvieron el interrogatorio un poco de tiempo más, Dieter desconocía quien era el responsable de la secta en la ciudad de Nuln, al igual que tampoco sabía el grado  de implicación de la familia Blucher dentro de la secta, lo que si confirmo fue el odio que le tenían a otra de las sectas que operaban en la ciudad, la secta de la Corona Roja, la cual estaba encabezada por Ernst Heidelmann, y por los poderes que tenía alguien de dentro de los Colegios de la Magia tenía que haberlo enseñado, alguien que dominara el fuego, poco más se podía sacar de lo que quedaba de Dieter, ahora tenían que decidir que paso seguir, las opciones eran intentar o bien secuestrar al Canciller y que Erwin se hiciera pasar por él, o entregar a Dieter a los Templarios del Corazón Ardiente, la decisión la tenían que tomar ellos, la primera era muy arriesgada, pero el poder secuestrar y torturar al Canciller quizás les podría proporcionar muchas respuestas, pero al final decidieron que Inga entregara a Dieter a los Templarios y esperar acontecimientos, ya era medianoche por lo que decidieron pasar la noche en el Templo de Morr, fuera si que se oía más movimiento de guardias que de normal, al día siguiente pudieron averiguar el motivo, habían intentado asesinar al Príncipe, por suerte el asesino fallo, causándole una profunda herida en un brazo en vez de una herida mortal, el asesino antes de morir a causa de ingerir un veneno se mostro como un acérrimo seguidor ulricano, este suceso lo aprovecho el Príncipe para hacer una caza de brujas en la ciudad, cualquier seguidor o amigo de los ulricanos sería apresado y colgado en las distintas plazas que había en Altdorf, aquello también incluía a aquellos que habían defendido la paz entre ulricanos y sigmaritas, cualquiera podía ser sospechoso de ser encarcelado.


Por la mañana Inga se dirigió a las instancias del Templo de Sigmar para entregar a Dieter mientras nuestros héroes se dirigían a su casa, pero cuando llegaron lo único que encontraron fue lo que quedaba de ella, lo que no había sucumbido al fuego se había derrumbado, la gente les conto que ha medianoche unos jóvenes habían lanzado botellas en llamas dentro, para luego desaparecer de allí, el fuego se había extendido por toda la casa con rapidez, para cuando llegaron los guardias y la gente se organizo poco se pudo hacer, mientras Erwin estaba hablando con esta persona un virote de ballesta paso cerca suyo, el primero erro su blanco, y el segundo no habría errado si no hubiese sido por aquel hombre, que sin saberlo se interpuso en la trayectoria de aquel virote mortal, el virote se le incrustó en la espalda lanzándolo al suelo gritando de dolor, para un poco más tarde morir a causa del veneno en el que estaba impregnado.

Ramkir había localizado la ventana de donde habían disparado, aprovechando su magia se impulso hasta ella de un salto, siendo recibido por un cuchillo  que le hizo un buen corte en el cuello, mientras Leopold y Erwin tiraban abajo la puerta de aquella casa, Íñigo y Ogmund corrieron hacía la parte trasera para evitar que pudiera escapar por detrás, la asesina tenía esa intención pero Erwin la pudo placar antes de que esto ocurriera, la asesina una vez apresada y viendo que estaba claramente en desventaja no opuso ninguna resistencia, por lo que sin ninguna complicación se la llevaron al Templo de Morr para que Inga pudiera interrogarla, pero al contrario que Dieter, esta no opuso ninguna resistencia a responder a sus preguntas, a fin de cuentas no tenía nada personal contra Erwin, solo le habían encargado un trabajo y eso es lo que había intentado realizar, tenía que eliminar a Erwin, había sido el Canciller Johann Heinz el que había pagado por ello, tras la confesión de la mujer esta fue puesta en manos de las autoridades, Inga les informo que el Canciller había sido arrestado, se habían estado buscando pruebas en sus dependencias, encontrando unos papeles con algún código secreto, se los habían entregado para intentar descifrar su contenido,  también le había llegado una triste noticia, habían encontrado el cuerpo del Doktor Fassinder en sus dependencias de la Universidad, o más bien lo que quedaba de él, la cara completamente desfigurada y su cuerpo troceado, se habían ensañado con él.

Por el momento podían permanecer en el Templo mientras les encontraba un lugar donde poder acomodarse..., habían podido desenmascarar al Canciller y su plan, pero aun quedaban muchas preguntas sin responder sobre el hermano Karl, aunque ahora mismo lo que más preocupaba era el futuro inmediato del Emperador Karl Franz, cada día que pasaba el poder del Príncipe era mayor, hasta tal punto de que pudiera autoproclamarse Emperador del Imperio en detrimento de su tío...

sábado, 2 de octubre de 2021

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS, Sesión 24

La noche ya hacía rato que había caído sobre la ciudad de Altdorf,  pero aun siendo ya tarde siempre había algo que hacer, a fin de cuentas esa era una de las tareas menos gratificantes pero necesarias, con esas ideas divagaba su cabeza cuando unos pasos se acercaban hacía él, un sirviente con un poco de vino, aquella idea le hizo olvidarse por un momento de los papeles que tenía delante, lo siguiente ocurrió muy rápido, el ruido del cristal rompiéndose al caer al suelo, seguido por un grito exaltando a Ulric y deseando la muerte a los sigmaritas, asustado por el ruido por instinto se movió hacia un lado, aquello quizás le salvo la vida, el filo de algo afilado le atravesó el brazo haciendo que de su garganta saliera un grito de dolor y pánico..



La noche paso sin ningún percance, descansaron hasta mediodía menos Ramkir que bajo a primera hora de la mañana, fue Simón el que le entrego la nota que se encontró por la mañana clavada en la puerta, la nota estaba dirigida a Lieberung (Erwin), recordándole que no se habían olvidado de él y amenazándolo para que abandonara la ciudad.

Una vez se levantaron todos, comieron juntos mientras decidían los pasos a seguir, el primero fue visitar a la Gran Indagatrix Inga, pero antes de llegar fue Íñigo el que se dio cuenta que alguien le estaba siguiendo, y aunque le intento atraer a una trampa para poder apresarlo este desapareció entre las calles, por esas mismas calles corrían las noticias de la muerte del Reikmarshall von Bock y la derrota del ejercito de Altdorf a manos de las tropas de Middenland, el miedo corría por la ciudad como la pólvora, dando paso a disturbios por los barrios más pobres, una vez en el templo de Morr le contaron lo sucedido el día anterior y sus sospechas sobre el ayudante del Lector de la Corte, esta les pudo dar la información que buscaban, Dieter no dormía en Palacio, su residencia estaba cerca de la Catedral, en un complejo de pequeños apartamentos, durante el resto de la tarde pudieron visitar los alrededores de la casa de Dieter, después de asegurarse que no había ninguna trampa en la puerta, Leopold se encargo de abrirla, su interior no tenía ningún lujo, una pequeña sala de estar que daba paso a un baño y un dormitorio donde dieron con papeles en los que se había quedado marcado lo que se había escrito en la última nota, en ella le comunicaba a alguien sobre la presencia de Kastor Lieberung y la necesidad de tomar una decisión sobre ello, con tranquilidad esperaron a que empezara a caer la noche para que Dieter regresara a su casa, según entro por la puerta y antes de que se diera cuenta de lo que estaba ocurriendo entre Erwin, Ogmund y Leopold lo redujeron dejándolo inconsciente, desde allí se lo llevaron hasta el Templo de Morr para junto a la Gran Indagatrix sonsacarle todo lo que supiera, en cuanto el tatuaje de la Mano Purpura y una mutación de escamas en su espalda salieron a la vista, Dieter no tuvo otra que rendirse a la evidencia, él le había estado proporcionando una pequeña dosis de polvo de disformidad al Emperador, para así ir incapacitándolo poco a poco, doblegando su voluntad a los deseos de la Secta, su primera versión fue que el propio Gran Teogonista Yorri XV había sido quien estaba detrás de todo, y que incluso el propio Príncipe Heredero había venido a unirse a la secta, pero nadie en esa sala creyeron las palabras de Dieter, incluso a la Gran Indagatrix le costo esfuerzo doblegar la resistencia de Dieter, pero al final esta cayo, el Canciller Johann también era miembro de la Secta de la Mano Purpura, y era el Gran Magister en la ciudad, el asesinato del Gran Teogonista les había cogido por sorpresa, entorpeciendo y retrasando sus planes, al igual que la llegada del Príncipe Heredero, desde su llegada no habían podido acercarse a Karl Franz, en cuanto al tal hermano Karl desconocía de quien podría tratarse o los motivos que le impulsaban...