miércoles, 31 de octubre de 2018

EL ENEMIGO INTERIOR. ALGO HUELE A PODRIDO EN KISLEV. Sesión 6

El gélido aire de las montañas del Fin del Mundo era como un bálsamo para Ogmund, después de que sus compañeros le sacaran de ese maldito lugar el sentirse otra vez al aire libre le hacía recuperar sus fuerzas, tras unos minutos de descanso era hora de pensar que hacían, podían regresar a Voltsara a pedir ayuda, quizás en el templo de Taal y Rhya pudieran auxiliarles..., pero antes de eso decidieron bajar una última vez, Nikkit quería probar a tirar una antorcha dentro de la habitación , quería cerciorarse que una vez lanzada la antorcha al recogerla esta seguía allí, con una cuerda atada a su cintura penetro en la cámara circular lanzando la antorcha en dirección a la habitación, en ese momento varios fantasmas goblins avanzaron hacia el con los brazos extendidos, con rapidez Nikkit se giró para acudir donde estaban sus compañeros, pero para su asombro donde debía estar el pasillo que daba a las escaleras ahora había un muro de sólida piedra, sin apenas tiempo para pensar que hacer se lanzo a la carrera hacia el muro de piedra, por suerte para el el muro resulto ser una especie de ilusión, en su carrera lo atravesó sin causarse ningún daño, llegando junto a sus compañeros, juntos estiraron de la cuerda recuperando la antorcha encendida, con ello dedujeron que la habitación al parecer no era ningún portal.




Con esa certeza Nikkit se atrevió a penetrar en la habitación con la antorcha, quizás una vez penetrase podría vislumbrar su interior, atándose la cuerda y con la antorcha en su mano avanzo rápido hacia la habitación, en cuanto se acerco a ella varios fantasmas goblins salieron abalanzándose sobre el, sin prestarles atención penetro en la oscuridad, dentro de ella no veía nada, ni siquiera el resplandor de la antorcha que portaba en su mano, tampoco se oía nada, un silencio de ultratumba reinaba en el lugar, solo sentía como los fantasmas hurgaban en su interior, y aunque se resistía con toda sus fuerzas al final noto como su pequeño corazón era apretado hasta hacerle perder la conciencia.
Mientras en el pasillo Erwin y Ogmund aguantaban la cuerda, cuando notaron que esta daba un tirón empezaron a tirar rápida de ella, de repente parecía que el bulto del que tiraban era mas liviano, al salir de la habitación oscura pudieron ver con claridad la razón, en el otro extremo de la cuerda no vieron el cuerpo de Nikkit, en su lugar había un esqueleto de un ser de mediana altura, bien podría tratarse de un halffling, un goblin o un enano, lo que quedaba del cuerpo estaba en tal estado que era imposible averiguarlo, por suerte decidieron tirar de la cuerda, ya que cuando trajeron el cuerpo hasta donde estaban ellos, el cuerpo por arte de magia se convirtió otra vez en Nikkit, no tenia pulso, con rapidez Ogmund consiguió que su corazón volviera a latir recuperando poco a poco sus fuerzas, tras hablar decidieron tapar la entrada con piedras y buscar ayuda en el pueblo de Voltsara, 
con los ultimas luces de la tarde llegaron, allí pudieron reencontrarse con su camarada Leopold, también pudieron hablar con el administrador Ivan Ilyitch Hertzen, tan altivo como la primera vez que lo conocieron, les arengo a acabar su trabajo lo antes posible, ante las demandas de Nikkit, Ogmund y Erwin, les presento al Padre Arsavyn, era el encargado junto a un joven novicio de dirigir el pequeño templo dedicado a Taal y Rhya, el padre Arsavyn era un hombre ya entrado en años, demasiado mayor como para acompañarles en su regreso al templo enano, pero les ofreció su ayuda, les proporcionó agua bendecida del propio templo, así como sus plegarias durante toda la vigilia para que sus armas limpiaran aquel lugar, así que con la esperanza de que eso sirviera de algo le entregaron sus armas al padre Arsavyn para que sus oraciones y ruegos las infundieran de un poder lo suficiente poderoso como para acabar con el mal que allí moraba.

Al día siguiente con las primeras luces del alba partieron en dirección al templo enano con la determinación acabar con el mal que aún anidaba allí, a media mañana y sin ningún contratiempo llegaron hasta el lugar, quitaron las piedras que tapaban la trampilla y bajaron a su interior, como el día anterior Nikkit se ato una cuerda a su cintura, con su hacha en una mano y el vial del agua bendecida en la otra se encamino hacia la habitación oscura, mientras Erwin y Ogmund aguantaban la cuerda, Erwin no perdía de vista a Nikkit mientras que Ogmund vigilaba las escaleras de acceso al templo, Nikkit arrojo parte del agua bendita a la oscuridad, esta al entrar en contacto con ella empezó a burbujear emitiendo pequeñas volutas de humo, en ese momento de la oscuridad emergió una cabeza de un goblin con sus mandíbulas desencajadas de una forma antinatural, prácticamente en ellas podría caber la cabeza de Nikkit, el fantasma del goblin empezó a morder la cabeza de Nikkit al tiempo que con sus manos hurgaba en sus interior, mas fantasmas empezaron a surgir de la oscuridad con las mismas intenciones, y aunque Nikkit en un intento desesperado empezó a esparcir el agua bendita a la vez que daba hachazos a diestro y siniestro, pero no pudo evitar caer al suelo sin aliento al notar como sus ultimas fuerzas le abandonaban, Erwin contemplo todo aquello desde donde estaba, empezó a tirar de la cuerda cuando Ogmund con un grito de aviso le alertaba del peligro que se les avecinaba, de la pared sur del pasillo habían emergido dos fantasmas goblins que se abalanzaron sobre ellos, Ogmund cayo inconsciente mientras como la vez anterior algo estranguló su corazón, mientras que Erwin aterrado ante lo que le había ocurrido a Nikkit empezó a subir escaleras arriba alejándose de aquel lugar de pesadilla, cuando hubo subido un buen trecho de escaleras y sin apenas ya aire pudo recomponerse y calmarse un  poco, cogiendo valor empezó a desandar sus pasos, al llegar al final de la escalera vio el cuerpo inerte de Ogmund, con rapidez lo saco al exterior donde pudo reanimarlo, luego ambos volvieron a bajar, recuperando el cuerpo sin vida de Nikkit, su cuerpo estaba pálido y sin pulso, ya nada se podía hacer por el, aquel lugar les superaba, taparon la entrada para que nadie mas sucumbiera ante el mal que allí anidaba y con una gran tristeza regresaron de vuelta a Voltsara, ya era de noche cuando por fin llegaron, antes de llegar hasta la mansion del administrador se encontraron con su camarada Leopold, le dieron las malas nuevas de la muerte de Nikkit, este apenado se acerco al cadáver del Halffling, pero al verlo se giro hacia Ogmund y Erwin recriminandoles que aquello no era de buen gusto, en ese momento Nikkit se acaba de incorporar como si se hubiera levantado de una buena siesta, ya no presentaba esa palidez y su corazón volvía a latir, ante la duda de que algún ser hubiese ocupado el cuerpo de Nikkit, Erwin le pregunto acontecimientos del pasado que solo Nikkit podía conocer, al parecer era Nikkit, que podía haber pasado no lo sabían ni tampoco querían darle muchas vueltas, su compañero volvía a estar entre ellos.

Pusieron al día de todo lo acontecido al arrogante Administrador de Voltsara, aguantando una vez mas sus dotes de superioridad, y al día siguiente partieron en dirección a Kislev, satisfechos por haber cumplido con la misión que les encomendaron, pero con el mal sabor de boca de no poder haber vencido el mal que habitaba en el templo enano, tras dos días de viaje por fin llegaron a Kislev, durante el viaje Nikkit aprovecho para alejado de miradas indiscretas quemarse a conciencia la zona del pecho donde le había salido el símbolo de Slaanesh.



Una vez en Kislev lo primero que hicieron fue entrevistarse con Bogdanov, el cual les felicito por sus avances en Voltsara, dejándoles un par de días de descanso hasta que les encomendara su siguiente misión, a los dos días de estar en Kislev fueron llamados a palacio, fueron llevados hasta las puertas que daban acceso a la gran sala de Zar Radii Bohka, allí se encontraron con Bogdanov, en ese preciso momento un gran frío empezó acercarse por el pasillo, por el caminaba una mujer joven, vestida con ropajes violetas, rodeada de un pequeño séquito todo el mundo se arrodillaba a su paso, incluso el propio Bogdanov hinco una rodilla al suelo inclinando su cabeza en muestra de sumisión y respeto ante la hija del Zar, la Emperatriz de Kislev, también conocida como la Reina del Hielo Katarin Bokha, la mayor representante de las Brujas del Hielo, conocedora del Saber del Hielo, una magia tan antigua como el propio Viejo Mundo, según se alejaba el frío también lo hacia con ella, Bogdanov les llevo a un reservado en uno de los laterales del pasillo, allí les expuso su siguiente misión, los tres partirían esta misma tarde en dirección a las estepas Orientales, mas allá de las montañas del Fin del Mundo, a la ciudad de Chernozavtra, en ella deberían encontrar a Gurthgano Gorthaudh para darle un mensaje, Sulring Durgul se encuentra en Bolgasgrad, el les daría nuevas instrucciones de lo que hacer, tras equiparse para el largo y frío viaje partieron hacia el Este, camino a las antiguas y colosales montañas del Fin del Mundo, si hace unos meses alguien en una taberna les hubiera dicho que cruzarían las montañas del Fin del Mundo se hubieran reído en su cara mientras pedían otra ronda de cerveza, pero el destino es tan caprichoso y desconcertante que siempre acababa sorprendiendo hasta al mas sabio...


martes, 23 de octubre de 2018

EL ENEMIGO INTERIOR. ALGO HUELE A PODRIDO EN KISLEV. Sesión 5



Tras el duro enfrentamiento con el guerrero del Caos, Nikkit, Erwin y Ogmund descansaron un rato antes de empezar a descender por la trampilla de la que había salido el guerrero del Caos, con la luz de una antorcha pudieron vislumbrar unos peldaños que descendían varios metros bajo tierra, sin duda habían sido realizados por unas manos expertas, mientras descendían en la cabeza de Ogmund resonaron unas palabras, una voz le instaba a que limpiara el lugar de la corrupción que en el templo había, cuando por fin terminaron de descender se toparon con un pasillo que desembocaba en una cámara circular, en medio de ella había una semiesfera de cristal, la cual en su día serviría para iluminar el complejo gracias a otra que habría arriba en el exterior, pero que tras el derrumbe de las columnas que había en el exterior el agujero del techo se había tapado impidiendo entrar ninguna luz, alrededor de la cámara circular pudieron ver cinco arcos, pero cuando aún no habían decidido que hacer Nikkit vislumbro algo moverse entre las sombras, al prestar mas atención el sobresalto fue grande cuando vio como un enano con la cara distorsionada por la agonía de la muerte cargaba contra el, sus pies no tocaban el suelo, se desplazaba levitando a unos centímetros del suelo, por unos momentos el pánico hizo presa de Nikkit, haciendo incluso que sus mas bajos instintos salieran a flote, Erwin confundido ante lo que estaba pasando  también retrocedió unos pasos, mientras Ogmund reforzado en su fe hizo frente al fantasma del enano, al cual logró calmar con la promesa que venían a limpiar el lugar de la corrupción que se había apoderado de el, el enano no conocía a ese tal Sigmar del que Ogmund le hablaba, el había sido capturado y torturado hasta su muerte por los goblins que se habían apoderado del templo una vez los enanos lo habían abandonaron para regresar a la seguridad de las montañas, de eso hacia mas de tres mil años, eran los tiempos de la Guerra de la Barba, les imploro que dieran sepultura a su  cuerpo para así poder ir con sus ancestros, con premura sacaron lo que quedaba de el al exterior y lo enterraron con el respeto que se merecía, al volver abajo el fantasma ya no estaba, por fin se había reencontrado con sus ancestros.



En la cámara central del templo enano pudieron ver distintos dibujos y pintadas goblins, pero detrás de estas aun estaban las runas que atestiguaban el origen del templo, alrededor de la cámara había cinco arcadas, una de ellas daba a una habitación vacía, otras dos estaban tapiadas burdamente con ladrillos de poca calidad, las otras dos habían sido tapiadas de igual forma, pero presentaban un agujero de un metro cuadrado, primero decidieron investigar una de las que tenían un agujero por donde poder entrar, dentro había huesos humanoides desperdigados y al fondo un catafalco sobre el que descansaba el esqueleto de lo que podría haber sido un chamán goblin, a sus pies tres bolsas de cuero, una de ellas desecha por el tiempo dejaba ver una calavera de un humano sonriendo, las otras dos en cuanto las tocaron se deshicieron, en una de ellas solo había como polvo, mientras que en la otra una especie de collar de huesos y dientes, sin pensarlo dos veces prendieron fuego a lo que allí había, de la otra arcada con agujero ninguna luz podía atravesar la oscuridad que había en sus interior, así que decidieron dejarla para el final, se encaminaron a una de las que estaba tapiada, tras derrumbar el muro pudieron ver otra habitación con distintos huesos esparcidos y al fondo otro catafalco sobre el que descansaba un goblin, parecía que hacía pocas horas que había fallecido, con mucha desconfianza se acercaron a el, Nikkit observo que en una de sus manos portaba un anillo de plata con una piedra ámbar engarzada, mientras, Ogmund tanteaba el suelo en busca de alguna trampa, pero fue Erwin el que pudo ver y alertar a sus compañeros que varios esqueletos goblins se levantaban y caminaban hacia ellos, retrocedieron hasta la entrada desde donde se hicieron fuertes, acabando con los esqueletos goblins sin ningún problema, una vez eliminada la amenaza volvieron a acercarse al goblin y con certero golpe de hacha Nikkit le corto los dedos de la mano del anillo ámbar, en ese momento el cuerpo del goblin empezó a descomponerse a gran velocidad, en cuestión de segundos solo quedaba un esqueleto, antes de quemar lo que allí había también rompieron el anillo y la piedra de ámbar, con paso firme se dirigieron a la otra arcada tapiada, empezaron a romperla cuando de repente un polvo acompañado de esporas salio de su interior, Ogmund pudo retirarse a tiempo, pero Nikkit y Erwin no tuvieron tanta suerte, sus ojos empezaron a irritarse hasta dejarlos ciegos, Ogmund pudo ver como la habitación estaba repleta de moho y hongos, siendo de distintos colores al fondo de la habitación donde había mas humedad y también parecía que había una tumba de la que el moho y los hongos se habían apoderado, ayudando a sus compañeros ciegos los tres subieron al exterior donde dormirían esperando que con el nuevo día ambos se encontraran mejor de sus ojos, en el exterior Georgyi no estaba en el claro donde lo habían dejado, no había rastro de el, poco podía hacer Ogmund, bastante tenia con cuidar de sus compañeros, haciendo acopio de resistencia Ogmund se dispuso a hacer guardia durante toda la noche, a media noche un ruido de unas pisadas pesadas alertaron a Ogmund, de donde venia el ruido también le pareció apreciar que las copas de los arboles se movían, las pisadas se dirigían hacia el claro donde estaban, si como parecía era un Troll la cosa no pintaba nada bien con Erwin y Nikkit ciegos, por suerte un fuerte aullido se escucho en la espesura del bosque haciendo dar media vuelta a las pisadas que hacia el claro se dirigían, la noche paso sin mas sobresaltos y el nuevo día trajo de nuevo la vista a Erwin y a Nikkit, tapándose la boca y los ojos con trapos humedecidos volvieron a bajar al templo enano con la intención de entrar en la habitación de los hongos, con sumo cuidado fueron dando un paso tras otro hasta que a mitad de habitación esporas fluorescentes empezaron a esplotar, con rapidez empezaron a retirarse, aunque no sin antes de que Ogmund esparciera el aceite de su farol por la habitación a la que luego prendió fuego mientras subían al exterior buscando aire fresco, con Nikkit teniendo que ser ayudado por Erwin, al parecer parte de las esporas le habían afectado haciendo que pasara de una tos a escupir sangre por la boca empezando a ahogarse, ya en el exterior y gracias a los auxilios de sus compañeros pudo recuperar el aliento,  tras dejar que pasara un tiempo prudencial bajaron con cautela, cuando llegaron abajo la nube de exporas había desaparecido y el fuego se había encargado de quemar lo que en la habitación había habido, solo les quedaba la habitación de la oscuridad, entre los tres empezaron a derrumbar el resto de muro que quedaba de pie, aparte de la oscuridad lo que caía a su interior no emitía ningún ruido, cuando por fin terminaron de derrumbarlo de repente un goblin con ojos desorbitados y con su cuerpo mutilado se manifestó delante de cada uno de ellos, sin armas y flotando un par de centímetros sobre el suelo se avalanzaron atravesándo sus cuerpos con sus manos desnudas, Ogmund sintió como una mano agarraba su corazón estrujandolo, cayendo acto seguido inscociente en el suelo, Nikkit y Erwin recogieron su cuerpo corriendo hacia la salida, en su huida vieron como mas fantasmas salan de la habitación y Nikkit pudo comprobar como su arma les atravesaba sin causarles ningún daño, al parecer los espíritus no salían mas allá de la cámara circular por lo que en los peldaños de escalera estaban relativamente seguros, Ogmund poco a poco volvió en si y aunque al principio se negó a volver al lugar poco a poco hizo acopio de fuerzas y volvieron a intentarlo, estaban seguros que Ogmund había sido tocado por Sigmar, con sus propios ojos  le habían visto hacer varios milagros, quizás el podría eliminar a los fantasmas, así que el solo entro atado con una cuerda a la cámara circular y allí con paso firme se dirigió a la habitación donde salieron los espíritus de los goblins mutilados, en cuanto se acerco a ella los espíritus acudieron a el ávidos del calor de los mortales y aunque Ogmund enarbolo su arma contra ellos lo único que sucedió fue las risas de estos mientras rodeándolo volvía a sentir como penetraban en su interior volviendo a sentir como su corazón era agarrado y estrujado, haciendo que perdiera la conciencia, tirando de la cuerda Erwin y Nikkit lo consiguieron arrastrar hasta donde se encontraban mientras los espíritus de los goblins les lanzaban miradas de odio....



martes, 2 de octubre de 2018

EL ENEMIGO INTERIOR.ALGO HUELE A PODRIDO EN KISLEV.Sesión 4

Por fin habían dejado atrás los altos muros de Kislev, con decisión se encaminaban hacia el interior de los fríos prados de esta parte del Imperio, alejados de la civilización que el Imperio representaba para el Viejo Mundo, aun a lo lejos se vislumbraban las montañas del Fin del Mundo, tarde o temprano sus pasos hacía allí se habrían de dirigir, el destino ya estaba escrito, ya había empezado a rodar, y aunque sus planes no habían salido como ellos hubiesen querido no todo estaba perdido para reconducir la situación..., mientras, a miles de kilómetros de allí alguien solitario  por fin regresaba al descanso de su hogar tras mucho tiempo fuera de el, partió siendo un niño y regresaba siendo todo un hombre, cansado, pero preparado para dar el siguiente paso en sus planes...



Tras haber acabado con rapidez con los dos hombres bestias empezaron a moverse despacio en dirección al claro, a medio camino algo les llamó la atención, en su camino un anciano estaba apoyado en un árbol descansando mientras recuperaba el aliento, vestido con ropas raídas y con una vara toscamente trabajada, su cara envejecida estaba parcialmente cubierta por su cabello y por una barba larga completamente blanca, mientras el grupo seguía escondido y vigilante Ogmund dio un pequeño rodeo para caminar hacia el anciano, este al oír pasos se irguió asustado, Ogmund le tranquilizó ofreciendo parte de sus viandas, al parecer el anciano estaba buscando dos liebres que habían caído en una de sus trampas pero que habían conseguido escapar, también pudo intuir que conocía el Viejo Bosque ya que era consciente de los pantanos que había al Norte y de los Trolls que allí habitaban,  tras charlar un rato de estos temas y de teología por fin Ogmund le preguntó por el tema que hasta allí le había llevado, el anciano le pudo confirmar que mas adelante era cierto que había un claro donde reposaban unas ruinas de los días en los que Enanos y Elfos comían en la misma mesa, pero un ahora gran mal se había adueñado del lugar, tras ayudarle a incorporarse y utilizando el hombro de Ogmund de apoyo le pidió un poco de agua si no era abusar de su hospitalidad, hasta varias horas de camino no había ningún manantial, tras un par de tragos de la cantimplora siguió el camino que Ogmund le había señalado para encontrar las liebres que andaba buscando, a la vez que el anciano desapareció de su vista, Nikkit pudo primero escuchar y luego vislumbrar entre los árboles un gran lobo que poco a poco se iba alejando del grupo, tras regresar Ogmund hasta ellos volvieron a caminar despacio hacía el claro.





Desde el linde del claro, aún parapetados por los árboles pudieron ver un circulo de columnas rotas con restos de piedras y escombros, en el centro del claro dos hombres bestias montaban guardia, uno con cabeza de carnero y otro con cabeza de perro, tras discutirlo decidieron hacer igual que cuando acabaron con el hombre bestia con cabeza de zorro, Nikkit y Ogmund dispararían con sus hondas sobre el que tenía cabeza de carnero para luego cargad todos, pero esta vez la suerte no les fue tan propicia, las piedras no consiguieron apenas causar ningún daño por lo que cargaron sobre ellos trabandose en combate no antes de que el hombre bestia con cara de perro empezara a aullar dando la voz de alarma, el combate apenas duró unos minutos  acabando con la vida de ambos engendros, pero justo en ese momento de uno de los lados del claro un ruido les llamo la atención, una trampilla se había abierto y de ella para sorpresa de los tres emergió un descomunal guerrero, ataviado con una armadura con el signo de Khorne en su casco, en sus manos una espada y un hacha, el Guerrero del Caos empezó a caminar hacia ellos mientras unas gotas de su propia sangre caían sobre un cáliz que portaba en su cintura, de el empezó a formarse un remolino con la propia sangre dando por fin forma a un demonio, de un rojo brillante, con grandes cuernos y una espada tan temible como la de su dueño, tanto Ogmund como Erwin fueron presa del terror retrocediendo hacia el bosque, mientras Nikkit rezaba todo lo que sabia mientras hacía frente a las dos abominaciones que tenía enfrente, ante la valentía del Halfling, Erwin saco valor de su interior y cargó contra el Guerrero del Caos, Ogmund siguió retrocediendo internándose en el bosque , mientras, el desangrador miraba a Nikkit con rabia y placer al mismo tiempo que notaba como el signo que tenía en el pecho le producía un poco de calor, el combate fue corto, el desangrador  tras varios envites atravesó a Nikkit dejándolo moribundo en el suelo, y aunque este le pudo asestar varios golpes el desangrador no parecía acusarlos, mientras, el Guerreo del Caos sin ni siquiera defenderse ante los ataque de Erwin le propino varios golpes que hicieron que cayera al suelo indefenso, cogiéndolo con una mano y levantandolo le lanzo contra las piedras, dejándolo que agonizara antes de morir, tras esto el Guerrero del Caos avanzo internándose en el bosque en la dirección que Ogmund había salido huyendo.





Tras correr por el bosque al final Ogmund pudo recomponerse, tras varios minutos recuperando el aliento empezó a desandar los pasos, pudo ver como el Guerrero del Caos lo buscaba pero alejándose de el pudo esquivarlo mientras se dirigía hacia el claro para ver si sus compañeros aún seguían con vida, cuando llego el panorama era desalentador, Erwin yacía tirado sobre una piedras, sin moverse y con sangre por todo su cuerpo, cerca de el también en el suelo se encontraba Nikkit, el demonio se encontraba encima, disfrutando de su victoria y preparándose para aun disfrutar mas con el tormento de su presa, haciendo acopio de valor y rezando a Sigmar empezó a andar con sigilo hacia la espalda del demonio, pero justo al pasar al lado de Erwin unos guijarros se desprendieron haciendo girar la cabeza del demonio , una sonrisa maléfica asomo en su cara mientras avanzaba hasta su siguiente presa, lo que sucedió después fue un milagro, Ogmund cargo con su espada consiguiendo impactarle, en ese momento la sonrisa del demonio se desvaneció mientras la espada de Ogmund penetraba con facilidad en el cuerpo, lo siguiente que se produjo fue un alarido de rabia y frustración mientras el demonio se deshacía en miles de gotas de sangre hasta desaparecer, había poco tiempo que perder antes de que el Guerrero del Caos regresara, acercándose a Erwin le intento vendar las heridas, pero eran muy graves como para poder salvarlo, las de Nikkit tampoco eran mucho mejores, fue en ese momento mientras las lavaba alguna herida a Nikkit con el agua de su cantimplora cuando un segundo milagro ocurrió, donde caía el agua de su cantimplora las heridas iban cerrándose como si nunca hubiesen existido, tras curar a Nikkkit corrió donde estaba el cuerpo de Erwin haciendo lo mismo y viendo el mismo resultado, en unos pocos minutos ambos estaban de pie repuestos de las heridas que les habían causado sus enemigos.

Del bosque se empezaron a escuchar los pasos del Guerrero del Caos que regresaba, tras decidir quedarse a acabar con el decidieron esconderse detrás de unas piedras para intentar sorprenderle, el Guerrero del Caos entro en el claro con la confianza de alguien que se cree invulnerable, arrastrando llevaba a Georgyi, al cual dejó en medio del claro paralizado de terror, en ese momento saliendo de su escondite atacaron al Guerrero del Caos, fue en este momento cuando se produjo el tercer milagro, Ogmund fue recibiendo los ataques del Guerrero del Caos sin que apenas consiguieran causarle daño, mientras el mismo y sus compañeros iban mermando a su enemigo, hasta que Erwin cobro merecida venganza en un ataque que hizo hincar la rodilla al Guerrero del Caos para luego caer muerto en el suelo, agotados pero vivos habían conseguido acabar con tan temible enemigo, tras cortarle la cabeza y recoger a Georgyi se acercaron a la trampilla por donde había salido, en ella se podía ver una escalera que descendía al interior de la tierra, tras dejar a Georgyi en el exterior empezaron a bajar...