sábado, 29 de mayo de 2021

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS. Sesión 10

Ya habían esperado suficiente, ya hacía horas que el otro grupo tenía que haberse reunido con ellos, no podían esperar más tiempo, si querían llegar a tiempo para el ataque debían de partir, aquello suponía un gran contratiempo para sus propósitos, pero su determinación era  fuerte, por lo menos la de aquellos radicales, el los llevaría como se le había ordenado, pero para nada tenía intención de morir en aquel ataque, su intención y propósito era otro muy distinto...


Íñigo observaba desde lejos a los guardias de la puerta, más en concreto a dos que claramente no estaban de guardia y que él conocía, uno era Torsten, el otro era Ottfried, además de aquellos había otros dos que también deambulaban por el patio de armas vigilando quien entraba y salía de la ciudad, ocultándose en su capa y al resguardo de un carro Íñigo fue avanzando hacía la puerta de salida, pero a mitad de camino vio como Ottfried le había reconocido y con un gesto de cabeza le hacía señas a Torsten, aquello fue suficiente para que Íñigo corriera como alma que lleva el diablo hacía la ciudad, Torsten y los otros dos guardias salieron corriendo detrás de él para intentar darle alcance, pero Íñigo consiguió adentrarlos bastante en la ciudad hasta perderlos, de vuelta a la puerta sur consiguió ropas para intentar cambiar su aspecto, cuando de nuevo llego al patio de armas pudo comprobar que salvo los guardias de la puerta sur no había nadie más vigilando, pero pudo ver a Wolfgang como se encaminaba al edificio que había al lado de la puerta, al abrir la puerta desde su posición pudo distinguir a varios guardia dentro y al fondo sentado en una silla le pareció ver a Leopold, aquello no presagiaba nada bueno, con cautela se encamino a la parte de atrás del edificio, aquel edificio eran las caballerizas, justo antes de entrar en su interior un mozo sacaba un caballo blanco y se dirigía a la parte delantera, con cautela fue moviéndose entre los caballos hasta que pudo escuchar la voz del sargento Markus torturando a Leopold, justo antes de caer inconsciente de sus labios salieron los nombres de Ogmund y de Íñigo, tras aquello Markus y otro hombre abandonaron la caballeriza dejando a un guardia para que vigilara a Ogmund, aprovechando aquella oportunidad Íñigo salió de su escondite y mostrándose confuso se encamino hacía el guardia, este no tubo tiempo ni de defenderse de los ataques mortíferos que Íñigo le propio en apenas un suspiro, sin tiempo que perder le lanzo un cubo de agua a Leopold para espabilarlo...


Ogmund y Leopold entraron en la ciudad a primera hora de la mañana, entraron sin ningún problema, pero una vez en el patio de armas el conocido de Leopold se percato de su presencia y avanzo con rapidez hacía ellos, Ottfried pregunto a Leopold por su amigo (Íñigo), si lo había visto o sabía donde estaba, tras ello le insto para que lo acompañara a las caballerizas, necesitaba que viera al caballo del otro día, su sargento le había apremiado a ello y no podía demorarlo por más tiempo, y aunque Leopold y Ogmund intentaron convencerle de que tenían prisa y que más tarde pasarían a ver al caballo, Ottfried cada vez se iba poniendo de peor humor, hasta llegar a ordenarle que le acompañara a las caballerizas, ante aquello y por temor que la cosa fuera a mayores Leopold decidió acompañarle mientras Ogmund se introducía en la ciudad camino de la casa del Barón Eduard, por el camino pudo ver a Wolfgang en dirección a la puerta  sur, ataviado con un zurrón y una enorme capa de piel de lobo blanca, sin ningún otro contratiempo llego a su destino, tras unas breves y mordaces palabras con el ayudante de cámara del Barón este le acompaño hasta el Barón Eduard, Ogmund le puso al corriente del ataque a los Aulladores y de como habían acabado con ellos, también de los temores de que pudieran haber cogido a Leopold o que incluso fuera un traidor, en ambos casos sus posiciones quedaban más que comprometidas, el Barón le comunico que su compañero Íñigo estaba con vida y que había permanecido escondido toda la noche en la Ostra Azul bajo las atenciones de Marian, y que con él había traído al iniciado del templo de Ulric, tras comunicarle toda la información y de que tenían intenciones de partir de la ciudad se despidieron, Ogmund consiguió salir de la ciudad sin ningún percance por la puerta noreste para luego bajar hacía el sur en dirección donde había dejado a Erwin y Ramkir.

Leopold acompaño a Ottfried hasta las caballerizas, en su interior estaban dos guardias y el sargento Markus, entre los cuatro les fue fácil reducirlo, atándolo a una silla le torturaron intentando sacarle información, sobre todo por su amigo, el que había hablado con Ottfried la tarde anterior (Íñigo), durante el interrogatorio Wolfgang entro en las caballerizas ataviado con una armadura ornamentada y una gran capa de lobo blanca a sus espaldas, aquella imagen resultaba majestuosa, aunque la sangre de Leopold se helo por un instante, aquel hombre que habían estado espiando llevaba la insignia de la orden Teutógena, eran los elegidos entre la Orden del Lobo Blanco para ser la guardia personal de        Ar-Ulric, Wolfgang venía bastante contrariado, tenia que partir de inmediato hacía el sur, estaría varios días fuera, antes de salir de allí le entrego a Markus una carta para que mañana mandara a alguno de sus hombres a Middenheim para entregarla, tras aquello abandono el lugar mientras Markus seguía torturando a Leopold hasta que antes de que cayera inconsciente le consiguiera sacar el nombre de su amigo, el de Íñigo y el del que le estaba acompañando esta mañana, el de Ogmund, tras esto la resistencia de Leopold no pudo aguantar más y su mirada se nublo, cayendo inconsciente..., un cubo de agua fría le hizo volver en si con brusquedad y con una mirada de temor busco a sus captores, para su alivio a quien vio fue a Íñigo, a sus pies estaba el cuerpo sin vida de uno de los guardias que lo habían apresado, Íñigo le quito las ataduras y con rapidez salieron por la parte trasera de las caballerizas, en ese momento fuera de la ciudad se escucho un disparo de alguna arma de pólvora, era cuestión de tiempo que Markus volviera, con rapidez fueron hacía la puerta sur para abandonar la ciudad, Leopold intento taparse lo mejor que pudo pero justo cuando pasaban por los guardias que se encargaban del peaje de entrada a la ciudad uno de ellos se percato de como llevaba la cara y le dio el alto, Leopold no se lo pensó y ante el asombro del guardia cargo contra él, derribándolo a un lado y saliendo a la carrera al camino, aprovechando la confusión que se produjo por el disparo que se había escuchado y escondiéndose entre la gente que había en el camino para entrar en la ciudad, tanto Íñigo como Leopold  consiguieron alejarse y  antes de llegar donde habían dejado a sus compañeros se les unió Ogmund.

Fuera de la ciudad se habían quedado Ramkir y Erwin, lo suficientemente alejados para no ser vistos pero desde donde poder controlar la entrada y salida de la puerta sur, y desde allí pudieron ver como Wolfgang abandonaba la ciudad en un caballo completamente blanco, según se acercaba hasta donde estaban escondidos pudieron apreciar que debajo de su capa de piel de lobo portaba una armadura metálica, Ramkir y Erwin se miraron y sin mediar palabra se prepararon para acabar con él, quizá esta fuera la única oportunidad que tendrían de poder acabar con aquel hombre, Ramkir empezó a moldear los vientos de la magia y empezó a crear bolas de fuego que impactaron sobre la cabalgadura, mientras Erwin salía al camino y dispara su pistola, la bala paso rozando a Wolfgang, el caballo se levanto sobre sus patas traseras mientras emitía un relincho de dolor, apenas pudo caminar unos pasos hacía el interior del bosque donde cayo al suelo malherido, Erwin y Ramkir corrieron hacía allí, Wolfgang les estaba esperando agarrando con fuerza su pico a dos manos, Ramkir volvía a lanzar las bolas de fuego sobre Wolfgang, pero su armadura parecía protegerlo, Erwin y Wolfgang se enzarzaron en un combate a muerte, los primeros envites fueron midiendo sus fuerzas apenas haciéndose rasguños, fue Erwin el primero en hacerle un buen tajo con su mandoble, pero Wolfgang no era un cualquiera, como bien les conto después Leopold, Wolfgang pertenecía a la orden Teutónica, la guardia personal de Ar-Ulric, seleccionados entre los mejores guerreros de los Caballeros del Lobo Blanco, con un movimiento circular de su gran pico consiguió engañar a Erwin golpeando e inutilizando su brazo derecho, Erwin dejo caer su mandoble mientras Wolfgang con un rápido movimiento golpeaba con su arma en el pecho  haciéndole caer al suelo indefenso y mal herido, con una mirada de odio Wolfgang cargo contra Ramkir antes de que volviera a realizar su magia, Ramkir empezó a moldear los vientos de la magia mientras Wolfgang se le acercaba, sabía que solo tenía una oportunidad antes de que llegara hasta él, por suerte esta vez si que pudo concentrar los vientos de la magia a su alrededor para crear varias bolas de fuego que consiguieron impactar en su cabeza acabando con Wolfgang, habían tenido la muerte muy cerca pero por suerte habían conseguido esquivarla, Erwin estaba muy mal herido y tenían poco tiempo, el ruido del disparo podría atraer a gente al lugar, con rapidez Ramkir busco entre las pertenencias de Wolfgang encontrando una carta con la misma heráldica que la que encontró Ogmund en su casa, se guardo la carta y también el gran pico que estaba fabricado con Gromril, con rapidez se alejaron de allí no sin antes matar al caballo para que dejara de sufrir, poco después por fin se pudieron juntar con Íñigo, Leopold y Ogmund, ya juntos y alejados de la ciudad pudieron contar todo lo ocurrido a cada uno de ellos, Ogmund sano las heridas de Erwin mientras Ramkir leía la carta que llevaba Wolfgang, en ella El Heredero le comunicaba que tenía sospechas de que los caballeros pantera pudieran estar en la ciudad, le mandaba a que se uniera a los Hijos de Ulric en el sur para comandar el ataque a los sigmaritas, y que mandara de vuelta al Barón Kutenholz a Middenheim.


Como bien había oído Leopold mientras le torturaban, mañana en teoría tendrían que salir un par de hombres con la carta que Wolfgang le había dado a Markus para que la hiciera llegar a Middenheim, con rapidez se movieron hacía el oeste para buscar un sitio donde poder emboscarlos, había un vado que cruzaba el río, ese sería un buen lugar, a primera hora de la mañana dos hombres a caballo se acercaron, uno de ellos era Ottfried, consiguieron emboscarlos y acabar con uno de ellos, Ottfried acabo herido pero vivo, llevaban una carta donde Wolfgang relataba lo ocurrido los últimos días en la ciudad, el acuerdo con los Aulladores para unirse al ataque, del fracaso de Bernd en  su empresa de matar a ese chico junto a la descripción de Íñigo, de gente que había estado difundiendo noticias en contra de los Hijos de Ulric por la ciudad  y de que alguien había entrado en sus dependencias, alejados del camino torturaron a Ottfried, al parecer no conocía mucho a Wolfgang, el solo obedecía las ordenes del sargento Markus, les había mandado a Middenheim a entregar esa carta, la tenían que entregar en el distrito de Neumarkt, en la taberna de La Espada y el Hacha, al tabernero Johann Weissbach, Ottfried imploro a Leopold que le ayudara, que él solo recibía ordenes, pero Íñigo se encargo con un rápido corte de abrirle la garganta acabando así con sus suplicas y de paso evito que tuviera que hacerlo Leopold, el cual se estaba mostrando bastante dubitativo ante la idea de tener que matar a Ottfried.

Ante ellos se abrían dos posibilidades, viajar al sur para intentar encontrar a los Hijos de Ulric junto  al Barón Kutenholz, o viajar al norte a Middenheim, al final decidieron partir hacía Middenheim, Leopold les conto que el heredero del Graf Stefan Todbringer había fallecido a causa de su larga enfermedad, de momento el Graf no había publicado ningún edicto para quien debería ser su sucesor, Heinrich Todbringer podría corresponder con la H y T que venían a cada lado de la heráldica de las cartas firmadas por El Heredero, o también podrían ser de Helmut Todbringer, un primo del Graf que  afirmaba ser el legitimo heredero, él cual apoyaba públicamente a sus hermanos de Talabecland, con los dos caballos que habían conseguido de los guardias de la ciudad, y otros dos caballos que tenía Leopold en una granja cercana pusieron rumbo hacía Middenheim...


miércoles, 19 de mayo de 2021

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS. Sesión 9

 Wanner se encontraba intranquilo aquella noche, todo estaba preparado para partir, esperarían hasta el amanecer a que el Cazador de Brujas Bernd llegara al campamento y partirían dirección Sur, a varios días se encontrarían en el bosque con el grupo de los Hijos de Ulric que estaban a las ordenes de Wolfgang, pronto, muy pronto darían buena cuenta de esos sucios sigmaritas...


Erwin, Ogmund, Ramkir y Leopold avanzaban con cautela a través del bosque, bien era sabido en todo el Imperio de lo peligroso que resultaba caminar por los bosques, y aun más de noche, pero por Sigmar no toparon con nada que les pusiera en peligro, con cautela se acercaron hasta el campamento de los Aulladores, claramente estaban preparados para partir, seguramente estuvieran esperando al Cazador de brujas para ello, sin hacer ruido fueron cogiendo posiciones mientras Ramkir empezaba a manipular los vientos de la magia, pero estos fueron caprichosos y se arremolinaron a su alrededor haciendo que su magia no funcionara, algo no había salido como él esperaba y los ojos de Ramkir se volvieron de un color rojo intenso, aquello hizo que Wanner notara su presencia, todo ocurrió muy deprisa, Ramkir dio forma a los vientos de la magia para formar bolas de fuego que impactaron sobre Wanner ,a la vez que Leopold hacía rugir su arcabuz hiriendo a Wanner, Leberecht y varios aulladores que se encontraban cerca, Erwin tras disparar su pistola cargo hacía adelante,  más tarde el propio Leopold se le unió en la refriega, con Wanner ya recuperado del asalto inicial conjuro una tormenta que estallo encima de las cabezas de Ramkir y Ogmund, sobre Ramkir empezaron a caer esquilas de hielo que le atravesaron parte de su cuerpo dejándolo malherido, Ogmund tuvo mejor suerte y pudo correr a ayudar a Erwin y Leopold, Ramkir consiguió alejarse de allí como bien pudo, pero eso no le impidió a Leberecht que una de sus saetas le atravesara a Ramkir la pierna, haciéndole caer de rodillas sin aliento, uno de los aulladores corría hacía él con el hacha levantada para darle el ultimo golpe, solo le quedaba un intento antes de que este llegara, intentando ignorar el dolor de sus heridas intento volver a dominar los vientos de la magia, pero el dolor era tan intenso que le fue imposible hacerlo, su muerte estaba cerca, pero su día aun no estaba escrito, el aullador llego hasta donde se encontraba, levantando su hacha sobre su cabeza, pero en el ultimo instante su pie tropezó haciendo que cayera sobre él, casi sin querer su bastón le atravesó dejando una cara de asombro en su rostro mientras la vida se le escapaba.

Mientras, Erwin también había sufrido de la pericia de Leberecht con la ballesta, pero esto no le había impedido abrirse camino entre los aulladores, apoyado por Leopold y Ogmund habían dejado un reguero de cadáveres a sus espaldas hasta llegar a Wanner, este con su magia había intentado congelar la sangre de Erwin, pero fracaso en su intento, dándole la oportunidad a Erwin de atravesarlo con su mandoble, y de esa forma acabar con su vida, después fue Leberecht quien cayo ante los envites de Erwin, Leopold había intentado noquearlo para poder interrogarlo, pero Erwin no estaba por la labor.


Ante ellos tenían al grupo de los Aulladores muertos, entre sus pertenencias no encontraron nada que les pudiera relacionar con los Hijos de Ulric, o donde debían juntarse con ellos, aquello se lo habían llevado a la tumba, tras juntar los cuerpos y prenderles fuego abandonaron el lugar de vuelta a Bergsburg, una vez cerca de la ciudad decidirían que harían, si las palabras del Cazador de Brujas eran ciertas Íñigo estaba muerto, pero el chico Justus podría seguir aun vivo, las primeras luces del día iluminaban la ciudad cuando salieron del bosque...


El día se fue abriendo en la ciudad de Bergsburg mientras Íñigo avanzaba con rapidez hasta la puerta Sur, la noche había sido mas que placentera, pero tenía que encontrar a sus nuevos aliados, no sabía nada de ellos desde que los dejara la noche anterior fuera de la ciudad, había dejado a Justus con Marian en el lupanar, en aquel lugar seguro que no lo buscarían, por suerte el hermano mayor del templo de Ulric no había sido un problema a la hora de convencerle de la necesaria ausencia de Justus por unos días, sus pasos ya empezaban a enfilar la calle que desembocaba en las grandes puertas de acceso a la ciudad cuando algo le llamo la atención, con una agilidad bien entrenada giro sobre si mismo desapareciendo casi al instante en un soportal, desde allí podía observar con mas seguridad lo que allí ocurría...



jueves, 13 de mayo de 2021

EL ENEMIGO INTERIOR. EL INPERIO EN LLAMS. Sesión 8

 Poco a poco había empezado a ser consciente de donde estaba, todo había pasado muy deprisa, aquella noche había fracasado en su intento de matar a aquel muchacho y su confianza le había costado cara, aquellos cuatro extraños se habían abalanzado sobre él en medio del camino, reduciéndole sin que pudiera hacer nada, debían de ser amigos del hombre que había matado en el templo de Ulric, seguramente ellos eran quienes habían difundido el rumor de que al chico lo habían raptado los Hijos de Ulric, sus días habían llegado a su fin, pero mejor allí que en manos de esos ulricanos, ellos lo llevarían de vuelta a Middenheim y allí sabía de sobra lo que le esperaba...

La noche no había terminado de caer cuando Íñigo volvió a Bergsburg, pero antes de ello Ramkir apoyado por Erwin y Ogmund tuvieron una pequeña charla con Leopold, claramente no se fiaban de él, y lo pasado con el guardia que lo llamo Dieter solo hacía mas grande las dudas hacía él, Leopold se defendió argumentando que Dieter era su nombre de infiltrado, y que conoció a ese guardia durante sus primeros días en la ciudad, gracias a sus conocimientos con los animales ya le ayudo anteriormente, y esto es lo que queria cuando se lo encontró a la salida de la ciudad, un caballo presentaba una herida en una de sus patas y queria que lo viera para darle su opinión, de momento aquella explicación le sirvió a Leopold para calmar los ánimos de Ramkir, pero no sus sospechas.

Íñigo volvió a entrar en la ciudad sin ningún problema, mientras el resto esperaría fuera a que volviera a salir él o el encapuchado de negro que había raptado a Justus, Íñigo lo primero que hizo fue acercarse al guardia que había tenido unas palabras con Leopold, este le confirmo lo que Leopold había contado, sin más tiempo que perder Íñigo fue hacía el Templo de Ulric, allí aprovecho para cenar en una de las posadas que había cerca y desde donde podía controlar las puertas que estaban abiertas, mientras cenaba pudo escuchar como la gente hablaba sobre los rumores de que los Hijos de Ulric habían raptado a un joven novicio ulricano, pero que al parecer todo aquello eran embustes de los sigmaritas, por lo visto ese joven había aparecido y no había sido raptado, con aquellas noticias y tras estar tiempo controlando que no hubiera nadie extraño por la zona Íñigo se acerco al Templo de Ulric, dentro no había nadie, las escasas luces apenas iluminaban la estancia, salvo al fondo, donde la llama de Ulric siempre permanecía encendida, allí un acolito se encargaba que así fuera, Íñigo se acerco en silencio cogiéndole completamente desprevenido, al girar su cara asustada Íñigo se sorprendió al volver a ver a Justus.

Tras tranquilizarle y ganar su confianza este le conto lo que le había pasado esta mañana, un hombre vestido de negro se le había acercado cuando estaba en el mercado, este hombre le dijo que venía de parte de su madre y de su tío Ar-Ulric, dándole detalles de ello, además tenía los emblemas de los Cazadores de Brujas de Middenheim, había venido para protegerlo ya que alguien sabía quien era y querían matarlo, se fue con aquel hombre hasta una habitación desde donde se podía ver el Templo de Ulric, allí permaneció todo el día, hasta que a última hora de la tarde aquel hombre regreso diciéndole que ya podía volver a templo, que estuviera tranquilo que estaría cerca de él en todo momento, que nada le pasaría, y que si alguien le preguntaba que contara que se había encontrado con un viejo amigo y había estado todo el día con él, mientras que hiciera la rutina de cada día, mientras Justus le contaba todo aquello a Íñigo de repente se escucho un ruido que provenía de la entrada del Templo, allí solo había oscuridad pero de repente el ruido de una saeta se escucho en el Templo, esta voló hasta impactar sobre el pecho de Íñigo, por suerte la distancia hizo que perdiera fuerza y el cuero fue suficiente para no resultar herido, con rapidez Íñigo cargo contra la zona de la que había venido el virote mientras instaba a Justus a que se escondiera y gritaba que estaban atacando el Templo,  cerca de las puertas estaba el hombre encapuchado que habían estado buscando, Íñigo consiguió herirlo tres veces antes de recibir un golpe que le hizo retroceder aturdido, el cazador de brujas aprovecho para hacer un disparo a quemarropa con otro de sus virotes impregnados en un mortal veneno, ahí lo dejo agonizando mientras salía corriendo en dirección a la puerta sur antes de que empezara a acudir la guardia de la ciudad, por suerte para Íñigo el medallón de Myrmidia se encargo de que el virote no llegara a tocar su carne, por lo que una vez pasado el aturdimiento busco a Justus, lo encontró escondido, poco a poco fueron acudiendo iniciados del templo y el hermano mayor, este se encargo de hablar en favor de Íñigo a los guardias mientras sonaban las campanas del templo, tras convencer al hermano mayor Íñigo se llevo a Justus del templo hasta el día siguiente, con cautela lo llevo hasta la Ostra Azul, allí pudo hablar con Marian para que hiciera llegar un mensaje al Barón,  este quizás podría proteger a aquel joven novicio, el cual no salía de su espanto ante el lugar donde se encontraba, mientras Íñigo ante la imposibilidad de poder abandonar la ciudad durante la noche y el no poder regresar a la posada, que mejor sitio donde pasar la noche que aquel, aunque gracias a las atenciones de Marien la noche fue pasando poco a poco, sin descanso pero muy placentera...


Fuera de la ciudad la noche iba pasando lentamente hasta que a medianoche empezaron a sonar unas campanas de su interior, al poco la puerta del portón de la ciudad se abrió, se podían ver la silueta de dos hombres, uno de ellos salió y empezó a caminar deprisa por el camino hacía la posición de Erwin, Ogmund, Ramkir y Leopold, claramente no era Íñigo, por las vestimentas y su aspecto claramente era Bernd, el hombre que había raptado a Justus, fue fácil cogerlo desprevenido y dejarlo inconsciente de un golpe, lo ataron y le registraron, en sus pertenencias no encontraron nada fuera de lo común,  tampoco ningún tatuaje extraño salvo el de los Cazadores de Brujas de Middenheim, presentaba tres heridas de un arma que bien podría ser la de Íñigo, cuando despertó poco le pudieron sonsacar, sabía que ya estaba muerto y le tenía más miedo a regresar a la ciudad que a ellos mismos, con la promesa de una muerte rápida le consiguieron sacar que se había unido a los Hijos de Ulric, le habían mandado a matar a aquel joven novicio y luego unirse a los aulladores, no sabía donde irían luego, en cuanto al trabajo, no sabía quien estaba detrás, pero quien pudiera ser seria alguien muy cercano al Graf, alguien interesado en quitarlo del medio para quizás ocupar su puesto, también les informo que si el que se había encontrado en el Templo era su amigo ya podían despedirse de él, antes de abandonar el lugar se había encargado de que pagara cara su intromisión, tras ello y sin poder sonsacarle mucho más, Erwin fue fiel a su palabra y de un golpe certero le corto la cabeza a Bernd, tras ello escondieron el cuerpo un poco retirado del camino y emprendieron el camino hacía el campamento de los Aulladores, si las palabras del Cazador de Brujas eran ciertas Íñigo estaba muerto, así que con esa duda se internaron en el bosque siguiendo a Ramkir...



lunes, 3 de mayo de 2021

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS. Sesión 7

 La tarde había dado paso a la noche, ante la hoguera se encontraban aquellos dos hombres, estiraban sus manos hacía el calor del fuego mientras planificaban el futuro viaje hacía el sur, en sus rostros había una retorcida sonrisa que se iluminaba la luz del fuego no presagiando nada bueno...

Mientras, no muy lejos de allí, un hombre encapuchado permanecía despierto en la noche, maldiciendo aquel  contratiempo de ultima hora mientras preparaba su siguiente paso en aquella pequeña ciudad...


Un nuevo día amanecía en Bergsburg, a primera hora de la mañana la puerta de la habitación de Leberecht se abrió, encamino sus pasos hacía la escalera portando sus escasas pertenencia para abandonar la posada, como ya habían acordado Ramkir y Leopold lo siguieron hasta ver que se encaminaba hacía la puerta sur de la ciudad, callejeando consiguieron sobrepasarle y llegar antes a la puerta, Ramkir empezó a recoger sus pertenencias en el puesto de guardia de la puerta sur cuando se percato como uno de los guardias se dirigía a Leopold llamándole Dieter, abrazándolo por los hombros ambos se alejaron hacia uno de los barracones perdiéndose de la astuta mirada de Ramkir, sin tiempo para hacer mucho más, Ramkir espero fuera de la ciudad a que Leberecht saliera para seguirlo a cierta distancia, no resulto muy complicado ya que por el camino había bastante transito de gente, pero de repente cuando ya se habían alejado de la ciudad Leberecht dejo el camino encaminándose a una gran planicie que se iba elevando, si Ramkir lo seguía seria más que evidente que lo estaba siguiendo, así que no le quedo más remedio a que este subiera hasta arriba y desapareciera por el otro lado para poder seguir sus pasos, mientras esto ocurría Leopold se le unió, Ramkir tenía muchas preguntas que hacer a Leopold pero ese no el era el momento, aunque la desconfianza que de por si ya tenía hacía Leopold iba creciendo cada día, justo cuando consiguieron subir pudieron ver como Leberecht se internaba en el bosque , con cautela y con la habilidad de Leopold para seguir rastros consiguieron seguirle a cierta distancia, cuando ya había pasado el mediodía por fin pudieron ver hacía donde se dirigía, un pequeño campamento, en el pudieron contar seis hombres dirigidos por otro que bien podría tratarse del Sacerdote ulricano expulsado, Chedwic Wanner, aquellos debían de ser los que se hacían llamar los Aulladores, con cautela fueron retrocediendo para desandar el camino y dirigirse de nuevo hacía Bergsburg para encontrarse con sus compañeros. 

Mientras tanto en Bergsburg, Íñigo, Erwin y Ogmund se dirigieron por la mañana al templo de Ulric para hablar con el novicio Justus, cuando llegaron Ogmund permaneció fuera vigilando mientras ellos entraban, en el templo no encontraron a Justus, otro novicio les atendió con los brazos abiertos llevándolos hasta el encargado del templo mientras el Sumo Sacerdote Berthold Kant estaba incapacitado en su casa por una dolencia, este tampoco conocía personalmente a Justus, pero averiguaron que era el encargado de ir al mercado todas las mañanas para recoger frutas y hortalizas para el templo, llevándose como guía al novicio que les había atendido marcharon hacia la zona del mercado donde había ido Justus, al salir del templo Erwin se percato que Wolfgang estaba en una esquina solitaria rezando, no parecía haberse percatado de ellos, una vez fuera del templo se dirigieron al mercado, Ogmund les seguía a cierta distancia, una vez en el mercado se separaron y peinaron toda la zona, Erwin aprovecho para acercarse a Ogmund y contarle lo ocurrido en el templo, fue precisamente Ogmund quien tubo un extraño presentimiento al ver una bolsa llena de fruta apartada en  un puesto del mercado, tras hablar con el tendero este le conto que el joven Justus se había dejado la fruta para el templo y se había marchado con un hombre extraño, un hombre delgado y alto, con ropas negras y una capucha que impedía verle el rostro, preguntaron por el mercado y varios tenderos los habían visto ir hacía el sur, pero una vez fuera del mercado les perdieron el rastro, por media hora Justus se les había escapado de las manos...

 Marian

Íñigo tenía la idea de que el chico ya debería estar muerto, si eso fuera así que iba a pasar con su cuerpo era toda una incógnita, tras aquel duro golpe esperaron a que Wolfgang saliera del templo de Ulric para seguirlo, este se dirigió a Beilheim donde tras realizar diversas compras en el mercado de la plaza central se encamino hacía su casa, por un momento sopesaron asaltarlo en su casa, pero lo descartaron, con el ruido que aquello provocaría a los pocos segundos estarían rodeados de simpatizantes de aquel grandullón, decidieron abandonar la ciudad para ir en busca de sus compañeros, si estos habían dado con los Aulladores por lo menos podrían acabar con ellos, pero antes Erwin visito a Marian en la Ostra Azul, le entrego una carta para que se la hiciera llegar al Barón Eduard, en ella le informaba de lo acontecido en el ultimo día y de su partida para intentar acabar con la amenaza de los Aulladores, después Ogmund y Erwin visitaron el templo de Sigmar, en el se entrevistaron con el Sacerdote de Sigmar el Lector Rudolf Geissnan, este escucho atentamente sus palabras y mostro preocupación ante las sospechas de que alguien les involucrara en el asesinato de ese joven novicio ulricano, por desgracia no abandonarían la ciudad como había sugerido Ogmund, aquello sería como admitir dicho crimen incluso antes de haberse producido, pero cerrarían las puertas del templo por la noche y todos sus feligreses permanecerían dentro del templo los próximos días, poco más podían hacer por lo que se prepararon para partir, pero Erwin tubo una idea, aunque creía que de poco podía servir, durante un par de horas estuvieron moviéndose por distintas posadas haciendo correr el rumor de que los hijos de ulric habían secuestrado a un novicio ulricano al que pretendían matar de alguna forma depravada para dar ejemplo, tras aquello abandonaron la ciudad por la puerta sur, la tarde ya estaba empezando a decaer cuando fuera de la ciudad Erwin, Íñigo y Ogmund se juntaron con Ramkir y Leopold....