martes, 31 de diciembre de 2019

EL ENEMIGO INTERIOR. EL CASTILLO DRACHENFELS. Sesión 1

Nikkit no podía evitar mirar hacia detrás mientras se alejaba junto a Durgul, habían sido muchas vivencias junto a Erwin y Ogmund, para él eran parte de su familia y el tener que dejarlos le había causado un gran dolor, aunque en el fondo sabía que de esta forma les estaba protegiendo, nunca había creído mucho en Sigmar pero Ogmund  había conseguido cambiar eso, ahora solo esperaba que Sigmar ayudase a sus dos amigos en la peligrosa empresa que tenían por delante..., el tiempo diría si se volverían a encontrar.


Durgul les contó que sus peores presagios se podrían haber cumplido, creía que Wasmeier había utilizado los conocimientos aprendidos durante las últimas semanas para junto al poder que había desatado en el templo volver a levantar al no muerto Constant Drachenfels, según una antigua profecía su regreso significaba la muerte del Emperador y la caída del Imperio, Durgul intentaría encontrar a Wasmeier y a Gideon mientras ellos se encargaran de encontrar el castillo Drachenfels y eliminar a Constant, tanto si había vuelto a la no vida como si aún seguía en su lecho de muerte, para ello deberían cruzar las Montañas Grises a través del  Paso del Mordisco del Hacha,  hasta llegar a Bretonia, a la ciudad de Montfort, en ella deberían de buscar a un estudioso, Ramkir Siegfried,  quizás él podría saber la ubicación del castillo, por desgracia atravesar las Montañas del Fin del Mundo en invierno era una locura por lo que Durgul utilizaría su poder para poder abrir un portal que los llevaría cerca del Paso del Mordisco del Hacha, pero deberían esperarse al día siguiente para que pudiera recuperar fuerzas, por desgracia Nikkit tenía que darles una triste noticia a Erwin y a Ogmund, no les acompañaría en esta nueva empresa, descubriendo su pecho les enseño la marca de Slaanesh que allí llevaba, estaba marcado y no quería poner mas en peligro a sus amigos por su culpa, además las esporas del templo pronto le convertirían en un no muerto si Durgul no encontraba una cura para ello, de momento marcharía con Durgul, este se encargaría de mantenerlo escondido de las garras de Slaanesh mientras intentaba encontrar una cura, a la vuelta del castillo de Drachenfels se volverían a encontrar en Kislev, la noche transcurrió en un ambiente melancólico ante la inminente separación del grupo, al día siguiente como Durgul había prometido consiguió abrir un portal , tras un sincero abrazo Nikkit se despidió de Erwin y de Ogmund con un hasta pronto...


Erwin y Ogmund aparecieron en un lugar desértico, ante ellos se levantaba una gran cordillera, Erwin la reconoció como las Montañas Grises, gracias a sus conocimientos consiguieron encontrar pronto el Paso del Mordisco del Hacha, atravesarlo les llevo varios días, su camino era estrecho, lo justo para que pasaran dos caravanas, el trayecto transcurrió sin problemas hasta que llegaron a la ciudad de Montfort, sin duda era la mayor ciudad-fortaleza que habían visto, compuesta por siete murallas, las tres primeras iban de lado a lado del paso y las otras cuatro circundaban al castillo que desde lo alto controlaba el paso y las tierras adyacentes, en la primera muralla una gran puerta daba acceso a una parte de la ciudad, en ella pagaron el peaje y buscaron una posada donde alojarse, ahora deberían buscar a Ramkir.


Tras recorrer varias librerías en una de ellas consiguieron averiguar que alguien con ese nombre había estado buscando un mapa de las Montañas Grises, poco más sabia de esa persona salvo que era del Imperio, pero si que les pudo describir como era, con esa descripción y buscando por varias posadas pudieron dar donde estaba hospedado, cogieron alojamiento allí mismo y esperaron a que regresara a la posada, tras unas horas de espera alguien con la descripción que tenían apareció por la puerta, Ogmund avanzó hasta él y presentadose mantuvo una conversación con el.
Era la persona que buscaban, Ramkir Siegfried y como su aspecto presagiaba era un Hechicero del Saber del Fuego, por un lado los conocía bastante y sabía de sus andanzas en Middenheim, conocía a Heironymus Blitzen y a Albrecht Helseher, ambos en su momento  le habían hablado sobre ellos, y aunque las palabras de Sigfrido Heinselh otro hechicero del Fuego atestiguaban que habían matado a Heironymus él nunca las había creído del todo, a fin de cuentas sus ansias de poder no lo hacían una persona muy de fiar pero por desgracia tenia buenos padrinos, para suerte o desgracia Ogmund y Erwin necesitaban a Ramkir para encontrar el Castillo de Drachenfels, y Ramkir necesitaba un grupo para poder penetrar en sus ruinas y poder dar con Constant, por lo que de momento trabajarian juntos y el tiempo se encargaría de quitar las pequeñas sospechas que aún pudieran quedar entre ellos.


Ramkir había encontrado una pista sobre la persona que estaba buscando, Jeann Dáncord, al parecer había encontrado un castillo entre las brumas del las Montañas Grises, pero desde entonces no dejaba de decir incoherencias que le habían dado la fama de estar loco,  unos jovenzuelos lo habían visto entrar en una casa de los bajos fondos maniatado por dos hombres encapuchados, al día siguiente junto a Erwin y a Ogmund se acercaron al lugar, era una casa abandonada, tras un vistazo por la parte trasera descubrieron que había una trampilla que bajaba al sótano, con cuidado abrieron sus puertas y empezaron a bajar las escaleras que daban  al sótano, un desagradable olor subía de su interior, Erwin encabezaba el grupo, justo cuando llego al final de la escalera dos hombres se abalanzaron sobre él, al primero lo pudo esquivar pero al segundo no lo vio venir,  cogido por sorpresa no pudo evitar el golpe de espada, otra cicatriz en su cara, por suerte varias bolas de fuego de Ramkir y el martillo de Ogmund acudieron en su ayuda acabando con los dos hombres, al iluminar la estancia pudieron ver que ambos hombres presentaban signos de putrefacción y un pequeño altar de Nurgle estaba en el fondo de la estancia, en un lateral y tras una reja había tres hombres, por su aspecto y acento eran campesinos bretonianos, cuando los liberaron no dejaron de agradecérselo, les contaron que el día anterior había venido un hombre encapuchado, ese hombre se había llevado a su primo Jeann Dáncord, ellos habían venido desde su aldea al Sur de Montfort para intentar encontrar un remedio para la locura de su primo, pero desde que llegaron habían ido desapareciendo para aparecer aquí, no paraban de lamentarse de haber salido de su pueblo, Serrac, y solo querían volver a el, otro de sus miembros había sido llevado a la habitación que había cerrada enfrente, pero cuando la examinaron y vieron que había sido descuartizado en otro altar improvisado de Nurgle, les dijeron que allí no estaba, que eran libres y que se marcharan...

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