sábado, 2 de octubre de 2021

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS, Sesión 24

La noche ya hacía rato que había caído sobre la ciudad de Altdorf,  pero aun siendo ya tarde siempre había algo que hacer, a fin de cuentas esa era una de las tareas menos gratificantes pero necesarias, con esas ideas divagaba su cabeza cuando unos pasos se acercaban hacía él, un sirviente con un poco de vino, aquella idea le hizo olvidarse por un momento de los papeles que tenía delante, lo siguiente ocurrió muy rápido, el ruido del cristal rompiéndose al caer al suelo, seguido por un grito exaltando a Ulric y deseando la muerte a los sigmaritas, asustado por el ruido por instinto se movió hacia un lado, aquello quizás le salvo la vida, el filo de algo afilado le atravesó el brazo haciendo que de su garganta saliera un grito de dolor y pánico..



La noche paso sin ningún percance, descansaron hasta mediodía menos Ramkir que bajo a primera hora de la mañana, fue Simón el que le entrego la nota que se encontró por la mañana clavada en la puerta, la nota estaba dirigida a Lieberung (Erwin), recordándole que no se habían olvidado de él y amenazándolo para que abandonara la ciudad.

Una vez se levantaron todos, comieron juntos mientras decidían los pasos a seguir, el primero fue visitar a la Gran Indagatrix Inga, pero antes de llegar fue Íñigo el que se dio cuenta que alguien le estaba siguiendo, y aunque le intento atraer a una trampa para poder apresarlo este desapareció entre las calles, por esas mismas calles corrían las noticias de la muerte del Reikmarshall von Bock y la derrota del ejercito de Altdorf a manos de las tropas de Middenland, el miedo corría por la ciudad como la pólvora, dando paso a disturbios por los barrios más pobres, una vez en el templo de Morr le contaron lo sucedido el día anterior y sus sospechas sobre el ayudante del Lector de la Corte, esta les pudo dar la información que buscaban, Dieter no dormía en Palacio, su residencia estaba cerca de la Catedral, en un complejo de pequeños apartamentos, durante el resto de la tarde pudieron visitar los alrededores de la casa de Dieter, después de asegurarse que no había ninguna trampa en la puerta, Leopold se encargo de abrirla, su interior no tenía ningún lujo, una pequeña sala de estar que daba paso a un baño y un dormitorio donde dieron con papeles en los que se había quedado marcado lo que se había escrito en la última nota, en ella le comunicaba a alguien sobre la presencia de Kastor Lieberung y la necesidad de tomar una decisión sobre ello, con tranquilidad esperaron a que empezara a caer la noche para que Dieter regresara a su casa, según entro por la puerta y antes de que se diera cuenta de lo que estaba ocurriendo entre Erwin, Ogmund y Leopold lo redujeron dejándolo inconsciente, desde allí se lo llevaron hasta el Templo de Morr para junto a la Gran Indagatrix sonsacarle todo lo que supiera, en cuanto el tatuaje de la Mano Purpura y una mutación de escamas en su espalda salieron a la vista, Dieter no tuvo otra que rendirse a la evidencia, él le había estado proporcionando una pequeña dosis de polvo de disformidad al Emperador, para así ir incapacitándolo poco a poco, doblegando su voluntad a los deseos de la Secta, su primera versión fue que el propio Gran Teogonista Yorri XV había sido quien estaba detrás de todo, y que incluso el propio Príncipe Heredero había venido a unirse a la secta, pero nadie en esa sala creyeron las palabras de Dieter, incluso a la Gran Indagatrix le costo esfuerzo doblegar la resistencia de Dieter, pero al final esta cayo, el Canciller Johann también era miembro de la Secta de la Mano Purpura, y era el Gran Magister en la ciudad, el asesinato del Gran Teogonista les había cogido por sorpresa, entorpeciendo y retrasando sus planes, al igual que la llegada del Príncipe Heredero, desde su llegada no habían podido acercarse a Karl Franz, en cuanto al tal hermano Karl desconocía de quien podría tratarse o los motivos que le impulsaban...



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