viernes, 8 de octubre de 2021

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS. Sesión 25

En apenas unos segundos el fuego había empezado a devorar la casa, los muchachos habían corrido los últimos metros de la calle lanzando las botellas encendidas a través de las ventanas, las llamas se alzaban como si bailaran en una sincronización perfecta, desde pequeño aquella imagen le había fascinado, no había nada semejante a aquello, sus ojos permanecían fijos mirando aquel espectáculo, sin apenas pestañear, inmóvil en medio de la calle, hasta que una mano lo zarandeo gritándole que la guardia estaba a punto de llegar, aquello le hizo espabilar y a regañadientes abandono el lugar sin dejar de mirar hacia detrás, hacia el fuego que ya devoraba por completo la casa...



Ya habían sacado la mayoría de la información al hermano Dieter, pero aún mantuvieron el interrogatorio un poco de tiempo más, Dieter desconocía quien era el responsable de la secta en la ciudad de Nuln, al igual que tampoco sabía el grado  de implicación de la familia Blucher dentro de la secta, lo que si confirmo fue el odio que le tenían a otra de las sectas que operaban en la ciudad, la secta de la Corona Roja, la cual estaba encabezada por Ernst Heidelmann, y por los poderes que tenía alguien de dentro de los Colegios de la Magia tenía que haberlo enseñado, alguien que dominara el fuego, poco más se podía sacar de lo que quedaba de Dieter, ahora tenían que decidir que paso seguir, las opciones eran intentar o bien secuestrar al Canciller y que Erwin se hiciera pasar por él, o entregar a Dieter a los Templarios del Corazón Ardiente, la decisión la tenían que tomar ellos, la primera era muy arriesgada, pero el poder secuestrar y torturar al Canciller quizás les podría proporcionar muchas respuestas, pero al final decidieron que Inga entregara a Dieter a los Templarios y esperar acontecimientos, ya era medianoche por lo que decidieron pasar la noche en el Templo de Morr, fuera si que se oía más movimiento de guardias que de normal, al día siguiente pudieron averiguar el motivo, habían intentado asesinar al Príncipe, por suerte el asesino fallo, causándole una profunda herida en un brazo en vez de una herida mortal, el asesino antes de morir a causa de ingerir un veneno se mostro como un acérrimo seguidor ulricano, este suceso lo aprovecho el Príncipe para hacer una caza de brujas en la ciudad, cualquier seguidor o amigo de los ulricanos sería apresado y colgado en las distintas plazas que había en Altdorf, aquello también incluía a aquellos que habían defendido la paz entre ulricanos y sigmaritas, cualquiera podía ser sospechoso de ser encarcelado.


Por la mañana Inga se dirigió a las instancias del Templo de Sigmar para entregar a Dieter mientras nuestros héroes se dirigían a su casa, pero cuando llegaron lo único que encontraron fue lo que quedaba de ella, lo que no había sucumbido al fuego se había derrumbado, la gente les conto que ha medianoche unos jóvenes habían lanzado botellas en llamas dentro, para luego desaparecer de allí, el fuego se había extendido por toda la casa con rapidez, para cuando llegaron los guardias y la gente se organizo poco se pudo hacer, mientras Erwin estaba hablando con esta persona un virote de ballesta paso cerca suyo, el primero erro su blanco, y el segundo no habría errado si no hubiese sido por aquel hombre, que sin saberlo se interpuso en la trayectoria de aquel virote mortal, el virote se le incrustó en la espalda lanzándolo al suelo gritando de dolor, para un poco más tarde morir a causa del veneno en el que estaba impregnado.

Ramkir había localizado la ventana de donde habían disparado, aprovechando su magia se impulso hasta ella de un salto, siendo recibido por un cuchillo  que le hizo un buen corte en el cuello, mientras Leopold y Erwin tiraban abajo la puerta de aquella casa, Íñigo y Ogmund corrieron hacía la parte trasera para evitar que pudiera escapar por detrás, la asesina tenía esa intención pero Erwin la pudo placar antes de que esto ocurriera, la asesina una vez apresada y viendo que estaba claramente en desventaja no opuso ninguna resistencia, por lo que sin ninguna complicación se la llevaron al Templo de Morr para que Inga pudiera interrogarla, pero al contrario que Dieter, esta no opuso ninguna resistencia a responder a sus preguntas, a fin de cuentas no tenía nada personal contra Erwin, solo le habían encargado un trabajo y eso es lo que había intentado realizar, tenía que eliminar a Erwin, había sido el Canciller Johann Heinz el que había pagado por ello, tras la confesión de la mujer esta fue puesta en manos de las autoridades, Inga les informo que el Canciller había sido arrestado, se habían estado buscando pruebas en sus dependencias, encontrando unos papeles con algún código secreto, se los habían entregado para intentar descifrar su contenido,  también le había llegado una triste noticia, habían encontrado el cuerpo del Doktor Fassinder en sus dependencias de la Universidad, o más bien lo que quedaba de él, la cara completamente desfigurada y su cuerpo troceado, se habían ensañado con él.

Por el momento podían permanecer en el Templo mientras les encontraba un lugar donde poder acomodarse..., habían podido desenmascarar al Canciller y su plan, pero aun quedaban muchas preguntas sin responder sobre el hermano Karl, aunque ahora mismo lo que más preocupaba era el futuro inmediato del Emperador Karl Franz, cada día que pasaba el poder del Príncipe era mayor, hasta tal punto de que pudiera autoproclamarse Emperador del Imperio en detrimento de su tío...

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