martes, 5 de noviembre de 2019
EL ENEMIGO INTERIOR. ALGO HUELE A PODRIDO EN KISLEV. Sesión 15
Bogdanov se mesaba sus largos bigotes mientras con la mirada ausente miraba a través de la ventana, ya hacía varios minutos que había visto partir a los tres extranjeros, hasta ahora habían
sido una grata sorpresa para la Nación de Kislev, pero ahora el asunto era mucho mas serio, si sus sospechas eran ciertas el problema de Bolgasgrad podría inflamar todo lo que tenía alrededor...
Tras haber dejado atrás el ahora desierto y abandonado pueblo de Morton su marcha hacia Kislev no tuvo ningún otro contratiempo, como la anterior vez fueron llevados hasta una habitación en un lateral del Palacio, allí se volvieron a encontrar con Bogdanov, el cual tras recriminarles que no hubieran traído con ellos a Gurthgano escucho atentamente todo lo que habían visto y descubierto en la ciudad de Chernozavtra, tras digerir todo aquello y pensar cual seria su siguiente movimiento les comunico a Erwin, Ogmund y Nikkit que se prepararan para partir hacia la ciudad de Bolgasgrad, en la ciudad tenían un infiltrado que les estaba informando de lo que allí estaba ocurriendo, había confirmado que los muertos caminaban por la ciudad entre los vivos, el culto a los principales dioses habían sido suplidos por el culto a los Antiguos Aliados, del cual apenas se sabía a quien adoraba, por desgracia desde hacía tres meses no habían tenido noticias de su confidente Julius Mikhailovitch Olvaga, deberían viajar hasta la ciudad y averiguar que le había sucedido a Julius Olvaga y seguir con sus pesquisas, averiguar que había detrás del culto a los Antiguos Aliados y ocuparse de Durgul, para ayudarles en esto último les entrego una daga a la que denominó como la perdición de los elfos, además se comprometio a proporcionarles todo aquello que necesitaran para preparar su coartada para entrar en la ciudad.
Aprovechando que aún tenían medio día por delante se acercaron al templo de Verena para intentar encontrar algo de información sobre la ciudad de Bolgasgrad, allí mantuvieron una interesante conversación con el hermano Stefan, el cual les entrego un mapa de la ciudad junto a una pequeña cronología de la ciudad y de sus actuales gobernantes, la familia Chokin, los cuales se habían sublevado de Kislev autoproclamandose un estado independiente, por desgracia del culto a los Antiguos Aliados no sabían apenas nada y de Durgul solo que se relacionaba ese nombre desde cinco siglos atrás.
Tras su visita al templo de Verena decidieron que irían a la ciudad como emisarios de un rico mercader de sedas de Middenheim, para ello prepararon un carro con distintas clases de seda de muestra, el viaje desde Kislev hasta Bolgasgrad discurrió sin ningún contratiempo, apenas a medio día de la ciudad se cruzaron con un pastor, el cual mientras fumaba una buena pipa controlaba como dos no muertos hacían su trabajo, en las pocas palabras que tuvieron con el pastor pudieron ver como este aprobaba el poder contar con no muertos para ayudarle en sus tareas, así como el apoyo incondicional al culto de los Antiguos Aliados, tras seguir el camino por fin llegaron hasta la ciudad, allí en el puente que cruzaba el río antes de entrar en la ciudad había un puesto de guardia apostado por dos torres de madera, en ellas había varios no muertos defendiendo el paso y junto a ellos una mujer que les dio el alto, Katya Villanova les informo sobre las costumbres de la ciudad, básicamente de que se respetase a sus gentes y la de no molestar a los no muertos, y que cada día se tenían que presentar ante ella, aquí en el puesto de guardia o por la noche en las dependencias del Príncipe, tras ello pudieron cruzar el puente y dirigirse hacia las puertas de la ciudad de Bolgasgrad...
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