martes, 8 de octubre de 2019

EL ENEMIGO INTERIOR. ALGO HUELE A PODRIDO EN KISLEV. Sesión 11

Dafa miraba como nuestros héroes escalaban los muros de la ciudad, a lo lejos se oían los ruidos que provocaban los Dolgan para atraer a los no muertos al otro lado de la ciudad, aquello les daría un tiempo precioso para que pudieran escalar las murallas y pudieran descender hasta las calles de la antigua ciudad de Chernozavtra, con desesperación rezaba a sus sagrados espíritus para que sus propósitos se cumplieran, pero un rato mas tarde sus mas oscuros presentimientos se vieron cumplidos cuando vio como a toda prisa nuestros héroes volvían a descender de las murallas, abatido dirigió sus pasos hacía ellos, otra vez había fracasado y con cada fracaso sus propios fantasmas cobraban mas fuerza...



Erwin despertó en la cabaña del chamán Dafa, allí también estaban Ogmund y Nikkit, por orden de Dafa el resto de dolgans habían abandonado la cabaña, tras preguntarles los motivos de su visita les puso un poco en antecedentes de la situación, habían intentado entrar en la ciudad pero sin ningún resultado salvo el de proporcionar mas no muertos a la ciudad, habían intentado quemar la puerta y las casas en su interior pero por alguna extraña razón no ardían, incluso consiguieron capturar a un no muerto con una cuerda pero al tirar de ella fue imposible moverlo, rompiéndose la cuerda en el intento, uno de sus guerreros consiguió escapar en una de las incursiones y en su huida corto uno de los brazos de un no muerto que lo tenía cogido, el brazo cayó fuera de las murallas pudriéndose en cuestión de minutos.
Cuando le preguntaron por Gurthgano Gorthaudh se encogió de hombros, nunca había oído ese nombre, pero si que conocía algo de eltharin y su significado era ``comandante muerto de la ciudad maldita´´, tampoco le sonaba el nombre de Sulring Durgul, pero una anciana les había visitado hacía unos meses, fue algo extraño, al igual que vino se fue, sin dejar rastro, comía y dormía con los guerreros, y estuvo visitando las murallas y pintando extraños símbolos rojos allí donde ya antes había extrañas marcas, toda ella desprendía magia, después de estar hablando durante un rato salieron al exterior, Dafa los llevo hasta las murallas y en ellas pudieron ver a los no muertos como patrullaban y también los extraños símbolos que en ellas había, también pudieron comprobar por ellos mismos como los no muertos parecía que sentían a los vivos siguiéndolos allá donde iban, durante su paseo por el campamento dolgan pudieron percatarse que aunque en tamaño podría ser como el campamento hobgoblin, había tiendas vacías, no serían ni la mitad que las tropas hobgoblins.

Tras pensarlo largamente decidieron que mañana a primera hora los dolgans harían una aproximación a la ciudad para atraer a la mayor parte de no muertos, para que así ellos pudieran entrar a la ciudad por el lado opuesto, el plan funcionó como lo habían planeado de antemano, con la distracción provocada por los dolgans pudieron escalar la muralla sin ser descubiertos, bajando a la ciudad por las escaleras del sur, las calles de la ciudad están llenas de basura, con cautela se dirigieron hacia la casa de la esquina sureste, una casa de dos pisos con paredes de ladrillo, con cautela abrieron la puerta la cual no estaba cerrada con llave, en su interior cuatro no muertos se estaban levantando, empezando a dirigirse hacia ellos, haciéndose fuertes al otro lado de la puerta esperaron a que uno de ellos saliera para con varios golpes certeros conseguir destrozarle la cabeza, pero aun así el no muerto se abalanzo sobre Ogmund cogiéndole fuertemente su escudo y empujándole hacia atrás provocando que otro no muerto saliera de la casa, ante la imposibilidad de matarlos con rapidez deciden salir corriendo no sin antes mirar la casa que estaba pegada a lo que antiguamente sería la  torre de vigilancia de la ciudad, en ella ven un establo con cuatro caballos no muertos y otros cuatro no muertos realizando tareas dentro de la caballeriza, sin tiempo para pensar mucho salen corriendo de la ciudad descendiendo por donde hacía unos minutos habían conseguido entrar.


Fuera les estaba esperando el chamán de los dolgans Dafa, abatido y con resignación vuelven al campamento, allí los cuatro jefes mantuvieron una acalorada discusión con el chamán, la tensión se podía palpar en el ambiente, el poder que el chamán pudiera tener o haber tenido sobre los dolgans se estaba debilitando, su propia vida pendía de un hilo, temeroso de ello confeso a Erwin, Ogmund y Nikkit que los dolgans no podían combatir contra los hobgoblins ni contra los no muertos, estaban en una clara inferioridad numérica, tampoco tenían el oro para pagar lo que Habblo pedía para poder cruzar el vado, eso suponiendo que los jefes dolgans accedieran a agachar la cabeza ante un piel verde, cosa difícil de conseguir, aunque creían que en la ciudad había oro para eso y mucho mas...

Por momentos la situación se ponía cada vez mas complicada, ni siquiera sabían si a quien buscaban estaría en al ciudad, y si volvían a entrar no se convertirían de uno mas de sus habitantes, por sus cabezas también pasaba la idea de abandonar aquel maldito lugar, pero de momento lo único que les salvaba de los cuatro jefes tribales era la protección del chamán, pero por cuanto tiempo, era difícil adivinarlo, eso sin contar al recibimiento que les daría Habblo si no regresaban con su oro, poco a poco el cerco se iba cerrando, quizá el destino habría dispuesto que acabarán sus vidas en esa inhóspitas tierras...





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