martes, 2 de octubre de 2018

EL ENEMIGO INTERIOR.ALGO HUELE A PODRIDO EN KISLEV.Sesión 4

Por fin habían dejado atrás los altos muros de Kislev, con decisión se encaminaban hacia el interior de los fríos prados de esta parte del Imperio, alejados de la civilización que el Imperio representaba para el Viejo Mundo, aun a lo lejos se vislumbraban las montañas del Fin del Mundo, tarde o temprano sus pasos hacía allí se habrían de dirigir, el destino ya estaba escrito, ya había empezado a rodar, y aunque sus planes no habían salido como ellos hubiesen querido no todo estaba perdido para reconducir la situación..., mientras, a miles de kilómetros de allí alguien solitario  por fin regresaba al descanso de su hogar tras mucho tiempo fuera de el, partió siendo un niño y regresaba siendo todo un hombre, cansado, pero preparado para dar el siguiente paso en sus planes...



Tras haber acabado con rapidez con los dos hombres bestias empezaron a moverse despacio en dirección al claro, a medio camino algo les llamó la atención, en su camino un anciano estaba apoyado en un árbol descansando mientras recuperaba el aliento, vestido con ropas raídas y con una vara toscamente trabajada, su cara envejecida estaba parcialmente cubierta por su cabello y por una barba larga completamente blanca, mientras el grupo seguía escondido y vigilante Ogmund dio un pequeño rodeo para caminar hacia el anciano, este al oír pasos se irguió asustado, Ogmund le tranquilizó ofreciendo parte de sus viandas, al parecer el anciano estaba buscando dos liebres que habían caído en una de sus trampas pero que habían conseguido escapar, también pudo intuir que conocía el Viejo Bosque ya que era consciente de los pantanos que había al Norte y de los Trolls que allí habitaban,  tras charlar un rato de estos temas y de teología por fin Ogmund le preguntó por el tema que hasta allí le había llevado, el anciano le pudo confirmar que mas adelante era cierto que había un claro donde reposaban unas ruinas de los días en los que Enanos y Elfos comían en la misma mesa, pero un ahora gran mal se había adueñado del lugar, tras ayudarle a incorporarse y utilizando el hombro de Ogmund de apoyo le pidió un poco de agua si no era abusar de su hospitalidad, hasta varias horas de camino no había ningún manantial, tras un par de tragos de la cantimplora siguió el camino que Ogmund le había señalado para encontrar las liebres que andaba buscando, a la vez que el anciano desapareció de su vista, Nikkit pudo primero escuchar y luego vislumbrar entre los árboles un gran lobo que poco a poco se iba alejando del grupo, tras regresar Ogmund hasta ellos volvieron a caminar despacio hacía el claro.





Desde el linde del claro, aún parapetados por los árboles pudieron ver un circulo de columnas rotas con restos de piedras y escombros, en el centro del claro dos hombres bestias montaban guardia, uno con cabeza de carnero y otro con cabeza de perro, tras discutirlo decidieron hacer igual que cuando acabaron con el hombre bestia con cabeza de zorro, Nikkit y Ogmund dispararían con sus hondas sobre el que tenía cabeza de carnero para luego cargad todos, pero esta vez la suerte no les fue tan propicia, las piedras no consiguieron apenas causar ningún daño por lo que cargaron sobre ellos trabandose en combate no antes de que el hombre bestia con cara de perro empezara a aullar dando la voz de alarma, el combate apenas duró unos minutos  acabando con la vida de ambos engendros, pero justo en ese momento de uno de los lados del claro un ruido les llamo la atención, una trampilla se había abierto y de ella para sorpresa de los tres emergió un descomunal guerrero, ataviado con una armadura con el signo de Khorne en su casco, en sus manos una espada y un hacha, el Guerrero del Caos empezó a caminar hacia ellos mientras unas gotas de su propia sangre caían sobre un cáliz que portaba en su cintura, de el empezó a formarse un remolino con la propia sangre dando por fin forma a un demonio, de un rojo brillante, con grandes cuernos y una espada tan temible como la de su dueño, tanto Ogmund como Erwin fueron presa del terror retrocediendo hacia el bosque, mientras Nikkit rezaba todo lo que sabia mientras hacía frente a las dos abominaciones que tenía enfrente, ante la valentía del Halfling, Erwin saco valor de su interior y cargó contra el Guerrero del Caos, Ogmund siguió retrocediendo internándose en el bosque , mientras, el desangrador miraba a Nikkit con rabia y placer al mismo tiempo que notaba como el signo que tenía en el pecho le producía un poco de calor, el combate fue corto, el desangrador  tras varios envites atravesó a Nikkit dejándolo moribundo en el suelo, y aunque este le pudo asestar varios golpes el desangrador no parecía acusarlos, mientras, el Guerreo del Caos sin ni siquiera defenderse ante los ataque de Erwin le propino varios golpes que hicieron que cayera al suelo indefenso, cogiéndolo con una mano y levantandolo le lanzo contra las piedras, dejándolo que agonizara antes de morir, tras esto el Guerrero del Caos avanzo internándose en el bosque en la dirección que Ogmund había salido huyendo.





Tras correr por el bosque al final Ogmund pudo recomponerse, tras varios minutos recuperando el aliento empezó a desandar los pasos, pudo ver como el Guerrero del Caos lo buscaba pero alejándose de el pudo esquivarlo mientras se dirigía hacia el claro para ver si sus compañeros aún seguían con vida, cuando llego el panorama era desalentador, Erwin yacía tirado sobre una piedras, sin moverse y con sangre por todo su cuerpo, cerca de el también en el suelo se encontraba Nikkit, el demonio se encontraba encima, disfrutando de su victoria y preparándose para aun disfrutar mas con el tormento de su presa, haciendo acopio de valor y rezando a Sigmar empezó a andar con sigilo hacia la espalda del demonio, pero justo al pasar al lado de Erwin unos guijarros se desprendieron haciendo girar la cabeza del demonio , una sonrisa maléfica asomo en su cara mientras avanzaba hasta su siguiente presa, lo que sucedió después fue un milagro, Ogmund cargo con su espada consiguiendo impactarle, en ese momento la sonrisa del demonio se desvaneció mientras la espada de Ogmund penetraba con facilidad en el cuerpo, lo siguiente que se produjo fue un alarido de rabia y frustración mientras el demonio se deshacía en miles de gotas de sangre hasta desaparecer, había poco tiempo que perder antes de que el Guerrero del Caos regresara, acercándose a Erwin le intento vendar las heridas, pero eran muy graves como para poder salvarlo, las de Nikkit tampoco eran mucho mejores, fue en ese momento mientras las lavaba alguna herida a Nikkit con el agua de su cantimplora cuando un segundo milagro ocurrió, donde caía el agua de su cantimplora las heridas iban cerrándose como si nunca hubiesen existido, tras curar a Nikkkit corrió donde estaba el cuerpo de Erwin haciendo lo mismo y viendo el mismo resultado, en unos pocos minutos ambos estaban de pie repuestos de las heridas que les habían causado sus enemigos.

Del bosque se empezaron a escuchar los pasos del Guerrero del Caos que regresaba, tras decidir quedarse a acabar con el decidieron esconderse detrás de unas piedras para intentar sorprenderle, el Guerrero del Caos entro en el claro con la confianza de alguien que se cree invulnerable, arrastrando llevaba a Georgyi, al cual dejó en medio del claro paralizado de terror, en ese momento saliendo de su escondite atacaron al Guerrero del Caos, fue en este momento cuando se produjo el tercer milagro, Ogmund fue recibiendo los ataques del Guerrero del Caos sin que apenas consiguieran causarle daño, mientras el mismo y sus compañeros iban mermando a su enemigo, hasta que Erwin cobro merecida venganza en un ataque que hizo hincar la rodilla al Guerrero del Caos para luego caer muerto en el suelo, agotados pero vivos habían conseguido acabar con tan temible enemigo, tras cortarle la cabeza y recoger a Georgyi se acercaron a la trampilla por donde había salido, en ella se podía ver una escalera que descendía al interior de la tierra, tras dejar a Georgyi en el exterior empezaron a bajar...

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