El viejo bosque, según los ancianos del lugar tan viejo como las mismísimas montañas del Fin del Mundo, tan denso que según te vas adentrando en el ningún rayo de Sol es capaz de atravesar las copas de sus árboles, criaturas extrañas habitan en su interior, alimentándose del pavor de aquellos que en su locura pretenden adentrarse en el fuera de los pocos caminos que aún conserva, para algunos ancianos el último refugio para los antiguos Dioses que antaño caminaban entre los mortales por las tierras de Kislev...
Después de su conversación con el administrador Hertzen y aprovechando que aún tenían la tarde por delante decidieron que irían a hablar con el anciano Pyotr Pyotrovich, antes consiguieron algo de información de la gente que había por la finca, al parecer el anciano y su mujer Annya Ivanova habían tenido un hijo, Georgiy Pyotrovich, el cual hacía 23 años que había huido de su casa para vivir en el bosque, al poco de nacer era claro que por su comportamiento tenía la marca del Caos, incluso había quien creía que toda la familia la tenía, para los aldeanos el chico junto a los hombres bestias era el responsable de las muertes, Pyotr y su mujer vivían en una cabaña al norte de Voltsara, en las lindes del bosque a unos veinte minutos del poblado, había sido el carbonero del poblado a la vez que el brujo que hablaba con los antiguos Dioses y con los espíritus , tras averiguar como llegar hasta la cabaña, Erwin, Ogmund y Nikkit partieron, dejando a Leopold intentando averiguar algo mas entre las gentes del poblado, cuando volvieron a juntarse Leopold confirmó lo que ya habían averiguado de la gente que trabajaba para el administrador,
Tras unos veinte minutos caminando llegaron hasta la cabaña de Pyotr, en ella pudieron ver a Annya haciendo distintas labores del hogar mientras Pyotr descamisado partía leña, ambos mayores y enjutos demostraban una fuerza inusual para alguien de su edad, en cuanto Annya se percató de su presencia les dio la bienvenida a su hogar, mientras les acomodaba en unos asientos en el exterior de la cabaña les servía una copa de Kvas, un licor fermentado típico de la zona, tuvieron que espera un rato hasta que Pyotr hubo acabado de partir los troncos, con paso ligero se unió a ellos dándoles la bienvenida a su casa, tras preguntarles de donde venían escucho atentamente lo que habían venido a decirle, según Pyotr allí estaban a salvo ya que su hijo seguro que era el líder de esos hombres bestias y por eso nadie les atacaría, su hijo era un buen chico, incapaz de hacerle daño a nadie, esa contradicción la utilizó Nikkit para hacerle ver a Pyotr que algo no cuadraba cuando en las víctimas del poblado había cinco niños, también Nikkit utilizando toda su persuasión evito que Pyotr les echara de su casa después de que Erwin le faltara al respeto, tras meditarlo durante un rato accedió a intentar hablar con los antiguos espíritus, hacía muchos años que no los había invocado y no sabía si aceptarían aparecer y que implicaría aquello.
Antes de empezar les hablo de los verdaderos Dioses, los que antaño caminaban por estas tierras, los Dioses del Norte,
-Dazbog, Dios del Sol, el que viajó por los doce reinos del día antes de entrar en el inframundo de donde obtuvo el conocimiento sobre todas las cosas, junto a el siempre le acompaña un gran lobo.
-Perun, Dios del trueno, hijo de Dazbog, un hombre robusto con barba de cobre, siempre porta una poderosa hacha la cual regresa a su mano.
-Svetovid, Dios de la guerra y de la justicia, vigila todo lo que sucede, porta una poderosa espada en su única mano.
-Veles, Dios del inframundo y del engaño, hijo de Dazbog, asociado a una enorme serpiente que se enrosca a las raíces del árbol del mundo.
-Triglav, Dios de la vigilancia, con sus tres cabezas vigila el inframundo, la tierra y el cielo, tiene ataduras de oro en sus ojos y labios para así no poder juzgar los pecados de las personas ni hablar de ellos.
-Makosh, Diosa de la fertilidad el amor y la abundancia, era adorada por todas las mujeres.
-Berstuk, Dios del bosque, un hombre con cabello largo y peludo, con una gran barba cubierta de musgo.
-Stribog, Dios de los vientos y de los océanos, el protector de los navegantes.
-Chernobog, El Dios negro, el mal absoluto, el frío, el hambre, la enfermedad y la desesperación, rey de la oscuridad y los muertos, envuelto en una profunda oscuridad marchitando aquello por donde el camina.
También existían los espíritus,
-Domovoy, el espíritu del hogar, el abuelo chispas, protector del hogar y la familia.
-Maciew, el espíritu de los animales domésticos, el abuelo granero, protector de los animales .
-Polevik, el espíritu de la tierra y la guadaña, padre del gran árbol, protector del campo de la siembra.
Ante toda esta palabrería Ogmund no pudo menos que reírse interiormente, charlatanería del tres al cuarto, por mucho menos este hombre en tierras civilizadas habría sido quemado en una hoguera, tras meditarlo decidieron que no invocarán a ningún Dios por miedo a lo que ello pudiera implicar, por lo que Pyotr intentaría invocar al Abuelo Chispas, para ello penetraron en el interior de la cabaña, todos menos Annya y Erwin, este ultimo había faltado al respeto de su familia y no era bienvenido, Ogmund y Nikkit entraron en la caballa y en silencio vieron como Pyotr bendecía alimentos que ponía sobre un pequeño altar mientras realizaba plegarias, tras un buen rato empezaron a pensar que estaban perdiendo el tiempo cuando los ojos de Nikkit absortos en la contemplación de las llamas de la chimenea notaron algo extraño, un ser de unos cuatro centímetros se movía entre ellas, mientras le pegaba un codazo a Ogmund llamando su atención sobre la chimenea pudieron ver atónitos como un ser adorable salia entre sus llamas, en la cara de Pyotr se vislumbraba la felicidad de quien ve a un amigo tras varias décadas separados, tras unos segundos de asombro Nikkit y Ogmund hablaron con el, presto a ayudarles en lo que pudiera, pero por desgracia poco sabía del paradero de Georgiy, una gran tristeza le embargaba cuando recordaba la partida del chico, sin apenas sacar mas información volvió a fundirse en las llamas desapareciendo, aún incrédulos ante lo que habían presenciado salieron fuera caminado hasta el pequeño cobertizo que había detrás de la casa, en el Pyotr intento invocar al el espíritu de los animales, tras realizar una ofrenda y tras varias plegarias un ser de unos treinta centímetros salio de entre la paja que allí había, malhumorado y con cara de pocos amigos lo único que pudieron sacar en claro de el, es que Georgiy aun seguía con vida en el bosque, pero desconocía su paradero, mientras hablaban o mejor dicho discutían con el, notaron que cosas extrañas sucedían, el cinturón de Nikkit se soltó solo y en el interior de la bolsa de dinero de Ogmund algo se movía, aunque como bien pudo comprobar no había nada extraño en su interior, Erwin alejado un poco de donde estaban si que pudo ver con asombro lo que estaba sucediendo, con la luna ya colgando en el oscuro cielo caminaron hasta el linde del bosque viejo, allí Pyotr empezó a invocar a los padres de los cereales, dibujo en el suelo unos signos para luego hacerse un corte en la mano y sobre ellos dejar caer algo de sangre, un ligero viento dio paso a murmullos, delante de ellos de la misma tierra empezaron a brotar unos seres de apenas dos centímetros de alto, hasta donde alcanzaba su vista se podían ver estos seres murmurando en siseos, salvo uno que empezo a decir, llega la cosecha, llega la cosecha, la tierra tiene sed, llega la cosecha, llega la cosecha, la tierra tiene sed...., tras lo cual todos los demás entre susurros empezaran a decir los mismo, con cada pregunta tanto Nikkit como Ogmund sacrificaban parte de su sangre para saciar la tierra, obteniendo que Georgiy estaba en el bosque con el gran árbol, cansados de dar su sangre y tras darse cuenta de que no sabían mas de lo que ya les habían contado los espíritus de los cereales le ofrecieron hacer mas afiladas sus armas hasta la noche siguiente, Ogmund decide no participar mas en este acto impío de manifestaciones del Caos, mientras que Nikkit ofrece a la tierra mas sangre mientras los seres recorren el arma que Nikkt deja en el suelo delante de ellos, tras esto y tras amenazarlos se vuelven a fundir con la tierra.
Tras preguntar a Pyotr por el gran árbol y cerciorándose que no existe deciden rechazar el ofrecimiento de dormir en su casa, vuelven al poblado, si antes estaban en duda de intentar invocar a algún Dios, ahora habiendo visto que puede ser posible el temor de lo que pueda pasar les hace preferir internarse mañana en el bosque viejo para intentar buscar a Georgiy o algún rastro de los hombres bestias.
Pasan la noche descansando en el poblado de Voltsara, para al día siguiente a primera hora adentrarse en el bosque viejo en dirección Noreste, según se adentran en sus entrañas apenas resquicios de luz consiguen atravesar las frondosas copas de los arboles, apenas un metro separa un árbol de otro, el avance es lento, tras mediodía y sin haber encontrado ningún rastro deciden seguir adelante en vez de volver al poblado, poco a poco se van adentrando en el bosque sin apenas ningún sonido de animales o aves, hasta que la oscuridad se va haciendo mas tupida según va anocheciendo...
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