domingo, 2 de abril de 2023

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS. Sesión 48

Un graznido se escucho en el ahora silencioso bosque, un hombre muerto, y sobre él un cuervo completamente negro picoteaba sobre el rostro de aquel cadáver, arrancándole sus ojos...

Simbólicamente, los cuervos son un símbolo de la muerte y el proceso de transformación del mundo físico al espiritual. Sin embargo, en el lenguaje espiritual, la muerte no significa el acto físico de morir; más bien la muerte representa cambio, transición, transformación, y nuevos comienzos .

Si bien los cuervos representan la muerte y la agonía, esto también abre el camino a nuevas oportunidades y formas de crecer y evolucionar. El acto de morir representa la muerte del ego y la identidad superficial, y un recuerdo de la esencia más elevada,  representando el final y la separación de un estado del ser que conduce al comienzo de una existencia espiritual superior. A menudo, este puede ser un período difícil y desafiante, lleno de dolor, pérdida y agitación. Es por eso que los cuervos generalmente se asocian con energía negativa o de mal augurio. 




El camino estaba claro, debían viajar lo más rápido posible al Norte, a Delberz, y que mejor que seguir el gran camino que hacía allí discurría, siempre pegados a uno de sus lados por si debían esconderse en el bosque, y así les ocurrió a lo largo de ese día, una patrulla de seis jinetes galopaban en dirección Sur, eran seis soldados con los emblemas de Hochland, por suerte para ellos no fueron detectados y cada uno de los grupos siguió su camino sin problemas, pero antes de mediodía divisaron una carreta que había tenido algún percance y que su propietario estaba intentando arreglar, con cautela se acercaron hasta ella, quedaba claro que el hombre viajaba con su mujer y sus dos hijas, en la carreta llevaba todo lo que había podido cargar antes de huir de la guerra que se libraba en las inmediaciones de Delberz, el hombre en cuanto se percato de su presencia saco un viejo y oxidado trabuco con el cual les apunto, pero su nerviosismo era más que notable, más aun cuando reconoció a Leopold como soldado de Middenheim, les costo pero al final consiguieron tranquilizarlo prometiéndole que le ayudarían con la rueda estropeada, y así lo hicieron, pero mientras estaban en ello Ramkir sospechaba que algo escondían, el nerviosismo de toda la familia y las miradas de reojo que echaban a la parte trasera del carro no eran muy normal, y en un momento de distracción con un fuerte golpe consiguió que el trabuco cayera al suelo, lo que escondían en el carro a parte de sus posesiones era el cadáver de un soldado de Middenheim, pero no de uno cualquiera, en su librea portaba la heráldica de Helmut Todbringer...

El hombre temeroso por lo que les pudiera ocurrir a él y a su familia les conto lo ocurrido la noche anterior, habían encontrado un claro al lado del camino donde poder pasar la noche, pero antes de anochecer un grupo de soldados llegaron y acamparon cerca de ellos, eran soldados de Middenheim, en un principio nada ocurrió, se les veía contentos, celebrando con bebida que por fin que el Graf de Middenheim se uniría a los ejércitos del Norte para por fin reclamar el mando del Imperio, pero justo cuando ya se disponían a dormir uno de los soldados abandono su campamento y fue a visitarlos, estaba muy ebrio, en cuanto vio a la mayor de sus hijas no aparto sus ojos de ella, hasta que se abalanzo sobre su presa, en el forcejeo de su padre con aquel soldado este recibió un golpe fatal causándole la muerte, con miedo a lo que pudiera pasar cuando sus compañeros vieran el cadáver lo escondieron dentro de la carreta, y antes del alba emprendieron viaje hacía el sur...

El grupo termino de reparar la carreta mientras otros escondían el cadáver en el interior del bosque, el buen hombre no dejo en ningún momento de agradecerles lo que estaban haciendo y de que no le hicieran ningún daño a él y su familia, y así separaron sus caminos, aquella familia hacía un futuro incierto y ellos en busca de aquel grupo de soldados, al cual como bien les había informado aquel hombre los encontraron acampados en un lado del camino, pero antes de tomar una decisión querían asegurarse quien estaba allí, fue Leopold el que con cautela se acerco lo suficiente echar un vistazo, eran un grupo de doce soldados, los cuales estaban comandados por Helmut Todbringer, aunque nadie lo pudo ver, varias emociones recorrieron el rostro de Leopold, aquel hombre había maltratado y humillado a su madre y hermanas, pero bien sabía que por mucho que hubiera intrigado contra el Graf su sangre era real, y eso lo hacía intocable, en ese momento en su cabeza se producía una lucha, por un lado la sed de venganza por su familia, pero por otra su deber como Caballero Pantera, sus votos le obligaban a defender con su propia vida al Graf o a su familia, y la sangre del Graf corría por las venas de aquel hombre..., en el tiempo que estuvo observando el campamento un soldado de Hochland llego por el camino del Norte, regresando por donde había venido después de permanecer unos momentos con Helmut.


A medianoche se produjo el ataque, Ramkir permanecía en el interior del bosque lo suficiente cerca del claro para no ser visto y el poder ver lo que allí ocurría, sus bolas de fuego se encargaron de hacer arder las tiendas de los soldados, mientras el resto cargaba primero contra los guardias y una vez cayeron estos sobre los hombres que salían de las tiendas en llamas, la mitad de los soldados habían sucumbidos a sus ataques y Helmut al salir de su tienda se vio avasallado por los ataques de Erwind y Leopold, lo cual hizo que tirara su espada al suelo y levantando los brazos se rindiera, Leopold lo tenia delante, indefenso, a su merced, era el momento de rendir cuentas, pero su honor y lealtad al juramento dado gano la batalla del conflicto interno que le atormentaba, en el ultimo momento giro su espada y golpeo a Helmut en la cabeza con la parte plana, el fuerte golpe hizo que Helmut aturdido cayera al suelo......

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