Los mercados estaban repletos de gente que iba de aquí para allá, si de normal estaban concurridos en la semana del Carnaval estaban repletos de la gente de Middenheim y de los visitantes que durante esta semana inundaba la ciudad, en uno de esos mercados un tendero se frotaba las manos mientras observaba las coronas de oro que había en su bolsa, la suerte le había acompañado, no hacia ni una hora que había montado su puesto y dos hombres con ricos ropajes le habían comprado toda la fruta que traía para vender, el precio había sido generoso al igual que el genero...mientras volvía a morder las monedas para cerciorarse que no eran falsas el carro cargado con su fruta se iba alejando del mercado calle abajo...
El Capitán de la guardia decidió que tres de sus hombres entrarían por la puerta trasera del hostal, para así reducir a los hombres bestias que aun quedasen en el piso superior, mientras el resto entrarían al comedor principal por una de sus puertas, tras ellos irían Erwin, Ogmund y Nikkit, tras varios envites consiguieron abrir una de las puertas principales, entrando a tropel en el gran comedor del hostal, tanto hombres bestias como skavens se enzarzaron en combate con los guardias de la ciudad, dos de ellos cayeron con un shuriken envenenado clavado en el cuerpo, ambos habían sido el objetivo de un skaven con ágiles movimientos vestido con ropajes oscuros, el cual también acabo con otro de los guardias de la ciudad de un rápido movimiento de su espada impregnada de algún veneno, por suerte Erwin pudo dar buena cuenta de el, mientras Nikkit erraba los disparos de su honda contra el que parecía ser el jefe del grupo, otro de los Skaven, que al notar su presencia engullendo algo que llevaba en su bolsa izo que varios zarcillos hediondos crecieran alrededor de Nikkit subiendo y mordiendo sus piernas, por suerte para Nikkit en el ultimo instante pudo desembarazarse de ellos y cargad sobre el skaven hechicero, a ellos se les junto Erwin pero justo cuando lo tenían a su merced desapareció, sin tiempo que perder siguieron peleando con los hombres bestias que tenían a su alrededor, Nikkit y Ogmund se enzarzaron en combate con uno de ellos, mientras Erwin ayudaba a un guardia de la ciudad que luchaba desesperado contra un skaven, el combate de Nikkit y Ogmund les era favorable hasta que encima de ellos se empezó a formar una nube negra de la que emanaban vapores que poco a poco iban inhalando, el hombre bestia cayo muerto al suelo entre toses mientras que Ogmund gracias a su fe hacia Sigmar consiguió salir del alcance de dichos vapores justo a tiempo para no correr la misma suerte que su enemigo, el causante de todo ello había sido el skaven hechicero que había vuelto a aparecer al otro lado del comedor, hacia allí se dirigieron tanto Erwin como Nikkit, con golpes rápidos y certeros consiguieron arrinconarlo haciéndole chillar cada vez que sus armas le atravesaban la carne, pero aun así unos zarcillos que bien le eran conocidos a Nikkit empezaron a trepar por el cuerpo de Erwin haciéndole desfallecer y a punto de perder la vida, pero en ese justo instante zafándose de ellos por unos segundos y junto al golpe de Nikkit lograron acabar con el skaven.
Del grupo de hombres bestias los cuerpos de los skavens al poco de morir se habían convertido en sucio lodo, y salvo uno de los goblins el resto estaban muertos, del goblin poco pudieron sacar, por lo visto habían entrado a la ciudad a través de las alcantarillas hasta llegar cerca de Ostwald, allí le entregaron una niña que habían raptado de alguna granja de las afueras a una mujer rubia de ojos verdes, poco mas podía decirles, y aunque le creyeran o no el tiempo se les había acabado, la guardia se hizo cargo del goblin y se lo llevo apresado, al goblin Nikkit le quito una muñeca que llevaba sujeta en el cinturón, en su interior llevaba una nota escrita pidiendo ayuda, mientras los guardias iban cargando los cadáveres en una carreta el Capitán les agradeció su ayuda, poco a poco el hostal fue recuperando la tranquilidad mientras un nuevo día amanecía en Middenheim.
Lo primero era recuperase de las heridas sufridas durante la noche, se dirigieron hacia el templo de Sigmar donde fueron curados, allí también acudió Wanda después de haberse enterado de lo sucedido, una vez recuperados se encaminaron hacia la Plaza de los Marciales donde contemplaron como la pista de hielo se había convertido en una enorme piscina donde se disputaba un partido de waterpolo, allí también pudieron hablar con Rallane y con Allavendrel, este ultimo como bien acordaron en el día de ayer había concertado una reunión con el Canciller Sparsam para mitad de la tarde, también les preguntaron si conocían a Gideon Shurrer, Allavendrel no había ni cruzado palabra con el, a Rallane no le resultaba agradable su presencia, apenas había tenido trato con el en los tres o cuatro meses que llevaba viviendo en el palacio, suponía que seria algún noble importante de Altdorf pero desconocía su linaje ni quien le había puesto en la Comisión de Festejos...
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