viernes, 27 de enero de 2023

EL ENEMIGO INTERIOR. EL IMPERIO EN LLAMAS. Sesión 44

Una luz, aquello era el tenue color de una luz, cuanto tiempo había pasado sin ver algo parecido, apenas lo recordaba, solo la oscuridad más absoluta le había acompañado todos estos años. Aunque su cuerpo era traslucido no dejo de esconderse para ver quien o que venía al templo, un grupo de cuatro hombres, pero uno de ellos era especial, apenas podía recordar los días de antaño, pero quizás tenía ante si a aquel que ya vino en sus momentos más difíciles, su pelo y ser amigo de los enanos se lo confirmaba...


Por suerte para el grupo decidieron permanecer en el pasillo y no entrar a la estancia, los dos espíritus enanos se dirigieron hacía ellos pero al parecer no podían ir más allá de la estancia, aunque Ogmund intento comunicarse con ellos esto no resulto, sus caras mostraban tanto odio que dudaba que fueran capaces de escuchar, cerraron la puerta tras de si y continuaron por el pasillo, la siguiente puerta les fue imposible abrirla, su cerradura estaba echada y protegida mediante magia, Ogmund probo a golpearla pero pronto desistió al recibir un fuerte dolor al golpearla, en ese momento Mankir volvió a aparecer instándolos a abandonar el lugar, pero viendo que sus palabras no surtían efecto les informo que lo que buscaban estaba en el cementerio que estaba al Noroeste, tras sus palabras igual que había aparecido desapareció, con rapidez desandaron el camino y se encaminaron hacía esa parte del complejo, no les resulto muy complicado encontrar la zona del cementerio, el lugar parecía que había sido saqueado y vandalizado, lápidas rotas, huesos esparcidos por el suelo y los frescos de las paredes rotos, pero cuando estaban empezando a buscar varios esqueletos empezaron a levantarse para ir hacia ellos, pero eso no fue todo, de las lápidas salieron dos espectros y dos apariciones, y varias figuras de Mankir empezaron a parecer por el lugar, el combate fue duro, Leopold sufrió los toques helado del espectro y de la aparición que se abalanzaron sobre él, mientras Ogmund y Erwin se encargaban de los esqueletos, Ramkir por suerte pudo hacer acopio de los vientos de la magia y eliminar al otro espectro y aparición que se habían formado a su alrededor, si tenían alguna duda de si Mankir les había mandado a una emboscada pronto se les aclaro, Mankir haciendo uso de su bastón rúnico hizo que la tierra se abriera para que de su interior saliera un tumulario del que se encargaría Erwin, pero poco poco fueron acabando con todos sus enemigos, y Ramkir con su magia acabo con Mankir, tras aquel encuentro y tras comprobar que allí no había nada que buscar decidieron volver a la estancia que no habían podido abrir, no sin antes encontrar en el cuerpo calcinado de Mankir dos llaves idénticas a las que ya llevaban.


Ante la imposibilidad de poder abrirla siguieron inspeccionando el pasillo, en la siguiente estancia encontraron un gran arcón con cuatro cerraduras, las cuales Ogmund se encargo de abrir, en su interior encontraron un gran numero de gemas sin tallar, la siguiente estancia sus puertas estaban entreabiertas, daban paso a una gran sala con techos altos y en forma de bóveda, varias filas de bancos desordenados daban paso a un estrado donde había un gran trono y a sus lados sendas estatuas medio derruidas del dios enano Grungni, en una de ellas, aplastado por el derrumbe se podía apreciar los restos de un enano, eran los restos de Khanna Manohelada, su espíritu aun estaba ligado a la estancia del templo, en cuanto entraron el espíritu de Khanna se abalanzo sobre ellos, pidiendo a Leopold ayuda, ayuda para que dieran sepultura a su cuerpo y el de sus hermanos, y para restaurar el templo, Khanna en todo momento le hablo en khazalid, pero por alguna extraña razón Leopold lo entendía y podía comunicarse con él, Khanna no recordaba mucho de los días antiguos, recordaba que Sigmar se encerró con el Maestro del Saber Wulfan Merglord para frenar el gran mal que había sido despertado, se habían encerrado tras las puertas que no habían podido abrir, ante la pregunta de Leopold  recordaba que las puertas se abrían con alguna palabra, pero su memoria ya no recordaba cual era.


Pero no estaban solos en aquella estancia, en cuanto empezaron a quitar los escombros que mantenían sepultados los huesos del enano un elemental de tierra empezó a formarse, un elemental mucho más grande que los que habían destruido en la gran sala...



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