Aun no había asomado el primer rayo de luz de la mañana cuando un fuerte golpe rompió el silencio de la noche, la puerta salió despedida hasta golpear contra la pared, varios hombres armados entraron a la carrera en la casa, Fokker y sus amigos apenas pudieron defenderse y oponer resistencia..., con las primeras luces los cuatro culpables eran sacados de aquella casa y subidos a un carromato, la gente se arremolinaba en la calle viendo lo que estaba ocurriendo mientras la noticia de lo ocurrido empezaba a correr como la pólvora por toda la ciudad...
Delante de ellos tenían la taberna de la Rana Saltarina, en su interior había una mezcla de los habitantes de la zona, la mayoría miraban con curiosidad a los forasteros que acababan de entrar, aunque pronto siguieron con sus propios corrillos, en ellos se rumoreaba de que en el norte las fuerzas de Middenland se estaban empezando a juntar para avanzar sobre Altdorf, pero de momento todo aquello eran habladurías, aunque el nerviosismo era patente, lo que si era cierto es que se había nombrado al nuevo Teogonista en funciones, el Archilector Kaslain de Nuln, un hombre más de acción que el difunto Yorri XV, mientras Íñigo permanecía controlando la salida trasera el resto se dividieron en dos grupos para pasar más desapercibidos, por allí nadie comentaba nada de Mayer Gauss, aunque por los comentarios que hacía el tabernero, este no tenía mucho aprecio hacía los ulricanos, Ogmund haciéndose pasar por un radical sigmarita intento hacer buenas migas con el tabernero, pero en cuanto le pregunto por Gauss este se puso claramente nervioso y utilizo cualquier excusa para alejarse de Ogmund, pero mientras se alejaba Ogmund pudo ver como miraba un par de veces hacía una trampilla que estaba detrás de la barra y que debía de dar a un sótano, tras permanecer un rato más en la taberna salieron a la calle, allí permanecieron medio escondidos hasta que se hizo de noche, los clientes ya se habían marchado y cerca de medianoche las luces del primer piso se apagaron, era el momento de entrar a hurtadillas, no sin antes Ramkir y Leopold esquivar una patrulla que casi los descubre, Ogmund forzó la cerradura de la puerta trasera que daba a la cocina, desde allí con mucho cuidado fueron avanzando hasta llegar a la trampilla que daba acceso al sótano, una tenue luz venía del interior, Leopold se aposto cerca de la escalera que subía al primer piso por si el tabernero bajaba, mientras Erwin seguido de Ogmund bajaban al sótano, fueron tan agiles que quien allí estaba se entero de su presencia cuando ya los tenía sobre él, les resulto fácil reducirlo y amordazarlo para después de un golpe en la cabeza dejarlo inconsciente, con el mismo cuidado que al entrar deshicieron el camino saliendo a la calle, de allí hasta casa a Íñigo le resulto sencillo guiarlos, esquivando las patrullas de guardias que aun les buscaban, ya en casa llevaron a aquel hombre al sótano, también habían dejado una carta sellada, era del padre Beoca, en ella les informaba que a ultima hora de la tarde alguien había informado a un sacerdote de la presencia de cuatro hombres escondidos en una casa en el Süderich, los cuales hablaban de huir de la ciudad antes de que la guardia diera con ellos por lo de la explosión en la Catedral, mañana a primera hora varios Templarios del Corazón Ardiente asaltarían la casa.
Con un cubo de agua despertaron al hombre que habían traído de la taberna, atado y con los ojos vendados empezó a despotricar sobre quienes eran o que querían, Erwin le secciono un dedo del pie para que entendiera en la situación en que se encontraba, aquello calmo un poco los ánimos, efectivamente tenían ante ellos a Mayer Gauss, fue contestando a sus preguntas, él ya conocía a Fokker de mucho antes, eran como dos almas gemelas, lo mismo paso con el hermano Karl, el trajo las noticias de como se estaban tratando a los sigmaritas en el norte, enseguida el hermano Karl y Fokker se entendieron, dando a luz el plan de volar la Catedral de Sigmar para que aquello abriera los ojos sobre los demonios ulricanos, el ingeniero enano Batrek asistía con asiduidad a sus mítines y el hermano Karl consiguió unirlo a la causa, al igual que un descarriado que frecuentaba la calle de las cien tabernas que se hacía llamar Udo, él cual junto a dos amigos se encargarían de llevar la pólvora hasta la Catedral para luego hacerla explotar, según Karl se habían unido a la causa deseosos de servir de mártires, aunque por si acaso Karl se encargo de manipular la mecha para que esta se consumiera antes, la noche antes de la explosión Fokker le visito para despedirse de él, al día siguiente debía de partir hacía Nuln, donde sus superiores le reclamaban, pero el hermano Karl le visito después de la explosión diciéndole que todo había salido según el plan y que Fokker se había escondido en la ciudad junto a tres amigos, que el hiciera lo mismo hasta que todo se calmara, desconocía que había sido del hermano Karl durante estos días ni donde se podía encontrar, poco más podían sacarle por lo que tras sopesar las alternativas que tenían decidieron acabar con él de un fuerte golpe en la cabeza, su cuerpo acabo arrojado a lo profundo del Reik, lo poco que quedaba de noche intentaron descansar para a primera hora de la mañana ir al templo de Morr para hablar con la Indagatrix Inga.
Esta les atendió con preocupación, escuchando con atención todo lo ocurrido en las ultimas horas, compartiendo las mismas preocupaciones que tenían con respecto al hermano Karl, también les informo que había tramitado su entrevista con el Lector de la corte Metternich, ahora solo era cuestión de esperar su respuesta, de allí marcharon hacía la dirección que les había dado el padre Beoca, cuando llegaron la gente aun hablaba de como habían llegado los Templarios del Corazón Ardiente, asaltando la casa, restos de sangre aun se veían por el suelo, por lo visto habían cogido a los que habían causado la explosión de la Catedral, tres jóvenes burgueses junto a un sacerdote, en la puerta de la casa no había guardias, pero Leopold pudo percatarse que un hombre con porte de ser alguien distro en armas estaba vigilando la casa y a ellos también, no queriendo forzar la situación decidieron abandonar la escena, caminando hacia la Catedral de Sigmar para encontrase con Ogmund, el cual había marchado a hablar con el padre Beoca, lo encontró justo cuando abandonaba el hostal del Peregrino, al parecer habían capturado a Fokker y tres posibles compinches suyos, acompañándolo a la Catedral pudieron hablar con el joven sacerdote que había traído la noticia de donde se escondía Fokker, a ultima hora de la tarde del día anterior un pobre hombre le asalto al cruzar una calle, hablaba muy rápido y nervioso, había escuchado a unos hombres hablando sobre salir de la ciudad antes de que dieran con ellos, que habían sido los causantes de la explosión de la Catedral, el pobre hombre estaba muy nervioso y deseoso de servir a Sigmar, e igual que apareció se marcho, su cuerpo estaba tapado con harapos y su cara mostraba los rigores del que no tiene nada y sobrevive en la calle, demacrada y con ojos saltones y enrojecidos, su cabeza rasurada seguramente para mantenerla alejada de piojos y demás bichos, tras hablar con aquel joven sacerdote y despedirse de Beoca, Ogmud se volvió a juntar con el resto del grupo, cansados por lo ocurrido la noche anterior decidieron regresar a casa para descansar hasta después de mediodía, pero el pequeño sueño fue interrumpido antes de lo esperado, despertaron con el ruido que venía de la calle, gritos, golpes, chillidos de gente resonaban por las calles de donde vivían..., y al igual que el resto, Ogmund fue despertado por esos mismos ruidos, aunque su descanso no fue tan placentero...
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