Los días iban pasando lentamente mientras viajaban en el carguero, dentro de poco llegarían a su destino, allí empezarían su adiestramiento, de aquello dependería si entrarían al servicio del Inquisidor o no, pero el destino les tenía preparado otros acontecimientos, mediante un mensaje cifrado les fue comunicado que embarcarían en una nave de transporte rumbo al planeta Iocanthos, su misión era desembarcar en Puerto Amargura y desde allí escoltar y ponerse a las ordenes del Vidente Aristarchus hasta el asentamiento de Desesperanza donde se había construido una catedral en honor de San Drusus, esta iba a ser consagrada pero en el lugar estaban acaeciendo fenómenos relacionados con la disformidad que debían de ser investigados.
Con esas premisas viajaron hasta el lugar, Iocanthos era un planeta pseudofeudal en las que todas las relaciones de poder se basan en la violencia o en la amenaza de ejercerla, con distintos señores de la guerra peleando entre ellos por tener el control de la mayor riqueza del planeta, El polen de fuego fantasma, el cual es usado por las legiones de la Guardia Imperial como droga de combate, el plante dispone de un solo puerto de entrada, Puerto Amargura, rodeado por altos muros para protegerlo de algún hipotético ataque de algún señor de la guerra, en él por fin desembarcaron los cuatro acólitos, el calor y la humedad en Iocanthos eran insoportable, al igual que un olor como a hierro característico del polen de fuego fantasma, no habían empezado a moverse para salir de la zona de desembarco cuando un hombre con sobrepeso y vestido con ropas de burócrata se acerca a ellos, detrás de él le siguen dos hombretones con aspecto rudo, el hombre se presenta como Kerred Smyk al servicio del Vicecónsul de Iocanthos, el cual le ha enviado para atender a la Inquisición en todo lo que este en su mano, aunque pronto le queda claro a Arcturus que sus motivos mas que ayudar es saber que hace la Inquisición en Iocanthos, por lo que pronto le despacha dejándole con la palabra en la boca, al poco de dejarlo de lado un pequero querubín bastante destartalado vuela hasta ellos entregándoles una nota, en ella les encomienda que le sigan hasta Aristarchus, el cual esta esperándolos, el querubín empieza a volar adentrándose por las calles de Puerto Amargura, a los acólitos no les resulta difícil de seguirle entre las calles llenas de gente de distintas clases y idiomas, caminando por sus calles pudieron ver como un lunático gritaba a la gente mientras se iba caminando a empujones...
¡Está aquí, está aquí otra vez! ¡El Padre Cuervo ha venido para ahogarnos con sus mentiras!
¡Falsa, falsas, las dos caras que tiene! ¡El primero de tres tiene dos!
¡ La sangre correrá por toda la colina!
¡Han abierto su corazón a una serpiente, los muy necios! ¡Pena me dan esos condenados locos!
Justo cuando aquel loco no paraba de gritar aquellas palabras choco contra Arcturus cayendo al suelo delante de él gritando de dolor mientras se cogía la cara, Arcturus se quedo perplejo ante lo que estaba pasando con aquel hombre cuando de repente entre la gente un grupo de hombres pintados con tatuajes azules en la cara saltaron sobre ellos propinándoles golpes con porras, ante aquello y tras sobreponerse a la sorpresa inicial sacaron sus pistolas haciendo buen uso de ellas sobre los atacantes, consiguieron abatir a dos de ellos no sin que antes Arcturus acabara en el suelo con varios golpes, justo en ese momento un grupo de guardias apareció al fondo de la calle dando lugar a la huida de los atacantes que aun estaban de pie, del loco que había caído al suelo no quedaba ni rastro, tras el interrogatorio del capitán de la guardia sobre lo que había pasado les dejo marchar para reunirse con Aristarchus, lo que pudieron averiguar de aquellos salvajes es que por sus pinturas deberían ser nativos de Iocanthos y que pertenecerían a algún clan, que últimamente su comportamiento estaba siendo muy extraño, por fin con la guía del querubín llegan hasta la zona administrativa de Puerto Amargura, allí un funcionario del Imperio les lleva hasta los aposentos de Aristarchus.
Aristarchus esta sentado tras una mesa de madera, entre sus manos sostiene unas cartas del tarot de color marfil que guarda en un estuche de color plateado, su rostro enjuto y atractivo os mira con una sonrisa mientras os invita a sentaros, en una de sus mejillas se puede ver claramente el electrotatuaje de autorización de la Scholastica Psykana, tras presentarse les pone en antecedentes, hace unos días que llego a Iocanthos con la misión de ayudar al Abad Skae en la consagración del templo que se ha alzado en honor a San Drusus, de lo cual se siente orgulloso al poner unir su estirpe con el héroe del sector Calixis, la razón de que ellos hayan sido enviados hasta Iocanthos es para asegurar que la consagración se lleva a cabo ya que desde hace varias semanas se están reportando sucesos extraños en la zona de la catedral, en todo momento Aristarchus les trata como si fuera uno mas y no como su superior al mando, también esta al tanto de lo ocurrido mientras venían hacía aquí, los salvajes llevan días con un comportamiento extraño, quizás sea la maldita humedad del planeta que no deja descansar..., mañana a primera hora deberán estar preparados para partir hacía Desesperanza, esta se encuentra al norte, en la cumbre de las montañas, tendrán que recorrer el llamado Camino de los Peregrinos, que no es mas que un camino de tierra que cruza el yermo de esquisto.A la mañana siguiente a primera hora parten hacía Desesperanza, el viaje durada dos días, Aristarchus ha conseguido un camión con la capota abierta, el calor y la humedad es un suplicio, por el camino no el primer día ven un solo alma, durante ese primer día cruzan por lo que en su día eran pequeños campamentos ya tiempo abandonados, restos de huesos de batallas antiguas abundan aquí y allá, y por todos lados campos de Polen de Fuego Fantasma, Aristarchus les explica que aquello son los restos de antiguas batallas entre los distintos Señores de la Guerra, los nativos afirman que donde hay esa violencia crece mas cantidad del polen, durante el viaje va hablando con cada uno de ellos intentando ver como es cada uno de ellos, también les cuenta que fue el propio Abad Skate quien se puso en contacto con él, incluso le hizo este regalo, el cual le fue traído desde Desoleum, y enseña un juego de cartas del tarot bellamente ilustradas en un fino marfil, por lo que sabe de el Abad Skae fue alguien importante en Desoleum, pero dejo todo para con las manos vacías iluminar a estas gentes y hacerles ver la verdadera fe en el Dios Emperador, y con gran esfuerzo levantar la catedral en honor a San Drusus, y así conociéndose todos un poco transcurre el primer día de viaje, por la noche preparan un campamento al lado del camino, con un fuego con el que poder ver algo, al no haber Lunas las noches en Iocanthos son completamente oscuras, Aristarchus les deja a ellos los preparativos de las guardias, el se pone directamente a descansar, esta completamente fatigado, el calor sofocante de aquel planeta lleva días que no le deja descansar.
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