Por fin había llegado el momento, volvía a estar completo, sus fuerzas habían vuelto a su cuerpo después de tantos cientos de años, aún recordaba el frío acero que lo había enviado a su tumba, a su eterno descanso, pero aquello ya era fruto del pasado, ahora había regresado y el Viejo mundo volvería a conocer de sus actos...
Poco a poco la noche fue pasando lentamente, aunque Ramkir y Ogmund intentaron dormir los lamentos que provenían de las demás celdas y el propio ambiente del castillo no les dejó conciliar un sueño tranquilo, a primera hora pegaron un bocado rápido y se dispusieron a seguir inspeccionando aquella planta del castillo, ya habían pasado diez horas desde que perdieran a Erwin y las esperanzas de volver a encontrarlo eran cada vez menores, salieron por la puerta de los calabozos y decidieron inspeccionar la puerta que tenían al lado, dentro pudieron ver un antiguo laboratorio de alquimista lleno de botellas rotas y polvo, decidieron no entrar y dirigirse a la siguiente puerta, esta daba a una habitación muy grande llena de diferentes instrumentos de tortura, al fondo había celdas, todas ellas estaban vacías menos una que debería de ser la habitación del carcelero, en una estantería tenía distintos tarros llenos de ojos, al parecer clasificados por razas, Ogmund intento buscar alguna puerta oculta sin ningún éxito, lo que si que encontró fue un anillo de Venera escondido detrás de un trozo de piedra suelta de la pared de una de las celdas, antes de seguir inspeccionando aquel pasillo decidieron volver sobre sus pasos y buscar en la zona donde Erwin había desaparecido, volvieron a la habitación en la que Ogmund había notado un ligero olor a azufre, con unas ganzúas hurgo en la cerradura pero fue incapaz de abrirla por lo que intentaron ver si la siguiente se podía abrir, esta no estaba cerrada con llave, su interior como poco era espeluznante, un esternón de hueso recorría toda la estancia y de él salían costillas que llegaban hasta las paredes laterales, a sus pies estaba todo lleno de huesos y donde acababa el esternón había un asiento de huesos y hierro sobre el que estaba sentado un esqueleto con un hábito negro de Morr, en sus manos sujetaba un varita en la que claramente Ramkir pudo percibir magia, con cautela volvieron a cerrar la puerta sin pisar un pie dentro de la habitación, esta vez se dirigieron hacía el Sur, hacia la puerta en la que Ogmund había detectado olor a humo, la abrieron con cuidado, esta daba a un pasillo horizontal, en uno de sus lados se podía divisar una puerta y enfrente de ellos otra, esta última estaba cerrada y protegida con magia,
mientras Ogmund estaba revisándola Ramkir noto algo extraño en su espalda, al girarse pudo ver a un anciano completamente desnudo que lo miraba con unos ojos negros como pozos sin fondo, el pelo y la barba apenas dejaban ver mas de su cara pero claramente parecía que estaba perturbado mentalmente, Ramkir y Ogmund dieron un paso hacia detrás esperando acontecimientos cuando de repente el anciano empezó a gritar pero de su boca no salio ningún sonido hasta que de golpe se convirtió en una pira ardiente llegando las llamas hasta ellos, del la onda expansiva Ramkir reboto contra la pared y cayó envuelto en llamas al suelo, Ogmund aguanto mejor el envite y logró contraatacar con su martillo, por desgracia parecía que aquello no era suficiente para acabar con aquel ser, por suerte para él al implorar la bendición de Sigmar sobre su arma esta si que empezó a hacerle daño, al igual que con él carcelero del día anterior estuvo a punto de claudicar pero gracias a su tesón y la ayuda de Sigmar pudo acabar con su enemigo antes de caer bajo sus llamas, con rapidez se acercó ante Ramkir para ver su estado, estaba mal herido pero con sus curaciones consiguió que recuperara la conciencia y volviera a levantarse justo para escuchar unos pasos que venían en su dirección por el pasillo del Norte.
Mientras tanto Erwin seguía deambulando por otra parte del castillo con su nuevo amigo, Snitlet lo llevo por un largo pasillo que daba a una escalera de caracol como por la que él había descendido, pero esta tambien ascendía, pero ese trozo de escalera daba la sensación como si nimiamente temblara, Erwin empezó a subir nervioso por si ocurría algo pero no sucedió nada extraño,en todo momento Snitlet había ido caminando sin separarse de su pierna mirando nervioso y temeroso hacia todos los lados, cuando terminaron de subir llegaron a un pasillo en el que había distintas ventanas desde las que podía ir viendo las habitaciones que cruzaron cuando Bardul les condujo por el pasillo de la niebla, mas adelante el corredor giraba para dar a otro corredor vertical, en este tambien pudo ver un par de ventanas, una daba al gran salón donde estaba la tarima de los músicos y la otra a la cocina, al final del corredor un trozo de él tambien temblaba ligeramente al igual que le ocurrió con la escalera, al cruzar no noto ni ocurrió nada extraño y desde las siguientes ventanas vio el gran salón donde estaban multitud de esqueletos sentados alrededor de una gran mesa y la habitación llena de relojes donde encontraron a Bardul, al final del corredor este seguía a su izquierda perdiéndose en la oscuridad y a su derecha acababa en una pared, pero esta pared temblaba ligeramente, hacía ella encaminaron sus pasos atravesándola y apareciendo en una especie de celda, por donde habían venido no había rastro del pasillo, en su lugar podía ver un derrumbe de rocas, pero tambien se notaba un ligero temblor en ellas.
Por suerte la puerta de esa celda estaba abierta así que con cautela salieron fuera, había un largo pasillo lleno de celdas con distintos prisioneros en su propio purgatorio, pero en ninguno vio a sus compañeros por lo que salió al exterior, ante él tenía dos largos pasillos, mientras pensaba por donde ir un ligero ruido a combate vino del pasillo del Sur, por lo que hacia allí se dirigió, cuando llegó al lugar el combate había cesado pero de las sombras salieron sus dos compañeros Ramkir y Ogmund, tras asegurarse que en verdad era Erwin y no un impostor se pusieron al día de lo que les había acontecido y conocieron al nuevo amigo de Erwin, Snitlet en todo momento no se despegó de la pierna de Erwin mientras miraba desconfiado hacia ellos, una vez juntos decidieron mirar que había tras la otra puerta de ese pasillo, detrás de ella había una balconada con una barandilla, a cada lado una escalera bajaba haciendo un semicírculo, de la parte de abajo provenían ruidos pero no eran capaces de identificarlos, una densa niebla cubría todo, no dejando ver ni oír lo que allí hubiera, en medio de la balconada había un bastón de mando de los que se usaban para anunciar a la gente importante cuando acudían a una recepción, de momento prefirieron no tocar nada y volver a la zona norte de esa parte del castillo para ver que podían encontrar, desde luego si querían abrir la otra puerta necesitarían encontrar la llave, con precaución empezaron a caminar hacia allí cuando tambien Ogmund y Ramkir pudieron ver como un trozo del pasillo que tenían delante temblaba ligeramente, al final se dieron cuenta que por la razón que fuera la luz mágica que emitía la antorcha que portaba Snitlit dejaba a la vista diferentes puntos de teletransportación....
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