La oscuridad lo envolvía todo, incluso los sentidos estaban adormecidos ante la totalidad falta de luz y de vida, ningún ruido rompía el silencio sepulcral que allí había, el mismo aire era tan denso y viciado que bien se podría cortar con un cuchillo, apenas podía mover los dedos de las manos, donde estaba, cuánto tiempo llevaba inconsciente o como habia llegado aqui eran preguntas que de momento no tenían respuestas, se sentía tan agotado y dolorido que poco a poco la oscuridad lo volvió a envolver ...
Con rapidez habían conseguido alcanzar una parte del camino donde podrían hacer frente a las aves carroñeras que sobrevolaban sus cabezas, estas empezaron a caer en picado sobre ellos, por suerte entre la magia de Ramkir y las armas de Erwin y Ogmund consiguieron acabar con ellas sin recibir apenas daño, tras cerciorarse que no había mas sobrevolando sus cabezas siguieron caminando donde suponían que estaba el castillo, la niebla cada vez era mas densa y la ligera lluvia les iba calando poco a poco, mientras caminaban entre la niebla de nuevo volvieron a ver el castillo y sus torres, pero esta vez la visión fue fantasmagórica, el castillo parecía como una mano decrepita, sus torres estaban inclinadas como dedos artríticos, en tal estado estaban que no parecía que pudieran aguantar la tormenta que poco a poco avanzaba hacia el castillo, de la torre central se podía apreciar una luz que rompía la oscuridad que allí había, de nuevo la niebla volvió a ocultar el castillo, siguieron avanzando hasta un cruce de caminos, por un lado el camino seguía recto en dirección al castillo, mientras que otro camino subía mas arriba hasta lo que quedaba de un antiguo templo o ermita, sólo sus muros medio derruidos quedaban en pie, el grupo siguió en dirección al castillo, tras andar unos minutos llegaron hasta la entrada del castillo Drachenfels, una muralla de siete metros de altura y seis altas torres les daban la bienvenida, ante ellos dos grandes puertas de madera maciza protegían la entrada, junto a una de las puertas yacía en el suelo un burro destripado y medio devorado, las puertas apenas estaban entreabiertas, empujando una de ellas consiguieron abrirla lo suficiente para poder entrar, lo primero que vieron era que el suelo adoquinado tenía un brillo raro, estaba como engrasado, cuando se fijaron mas en ello pudieron descubrir restos de piel o huesos pequeños entre los adoquines, por desgracia Ogmund certifico los mas lugubres pensamientos, aquello era grasa humana.
Delante de ellos tenían el edificio principal, y a ambos lados tenían lo que podría ser algún almacén o caballerizas, primero abrieron el del Este, en el suelo y en dirección hacia el Norte se veían lo que podría ser el rastro de alguien que hubiera pasado por aquel lugar, de momento lo dejaron estar y se centraron en el edificio, allí pudieron ver que en su día debería hacer las funciones de caballerizas, pudieron vislumbrar huesos de los esqueletos de varios caballos desperdigados por el suelo, viendo aquello y deduciendo que allí poco o nada de utilidad podrían encontrar se dirigieron hacia el edificio del lado Oeste, en el lo único que vieron es un carruaje, de un negro brillante con cuatro faroles de oro, cortinas corridas de terciopelo rojo y en las puertas en lugar de tiradores tenía una mano de skaven coronada por una cabeza skaven, mientras discutían que hacer de repente el carruaje cargo contra ellos para intentar arrollarlos, por suerte pudieron esquivarlo y salieron al exterior y con ellos el carruaje, en ese momento de el se bajaron dos esqueletos llenos de telarañas y vestidos con harapos, Erwin con su mandoble se encargó de ambos mientras Ramkir lanzaba pequeñas bolas de fuego sobre el carruaje haciendo que su techo empezara a arder, pero también pudo apreciar que en aquel lugar los vientos de la magia fluían extraños, por unos minutos su silueta adquirió una forma fantasmagórica, pero fue Ogmund quien mas sintió las extrañas energías que había en el castillo, de repente invoco la ayuda de Sigmar, pero como si una fuerza lo cogiera se arrodilló allí donde estaba con los ojos en trance , por dos veces el carruaje lo arrolló causándole heridas por todo el cuerpo, hasta que por fin Erwin pudo acudir en su ayuda mientras Ramkir y el fuego acababan con el carruaje, cuando Ogmund volvió en si apenas recordaba nada de lo que había sucedido, los dos esqueletos pertenecían a una mujer y a un hombre adinerados, dentro del carruaje había un esqueleto de una niña y de un niño, debajo de uno de los asientos pudieron rescatar una carta firmada con una D, en ella invitaba a un Marques junto a su familia al castillo, con poco mas que hacer se diriguieron a la doble puerta que daba aceso al edificio principal, Ogmund recordando sus antiguos conocimientos de ladron saco unas ganzuas para intentar abrir las puertas, pero por mas que urgo no consiguio desbloquear el mecanismo, con cara de resignacion guardo las ganzuas, tendrían que buscar las llaves en algun otro lugar, aunque por suerte alguien se apoyo en una de las puertas percatandose de que no estaban cerradas con llave, con cautela abrieron una de ellas produciendo un estridente gruñido....
No hay comentarios:
Publicar un comentario